Existen muchas herramientas y consejos que pueden ayudarte a controlar la diabetes tipo 1. Pero si no se controla, puede afectar varios órganos, entre ellos el cerebro. Los aumentos bruscos y las caídas drásticas en los niveles de azúcar en sangre están relacionados con la depresión, la disminución de la capacidad de atención y tiempos de reacción más lentos, tanto a nivel físico como mental.
Es necesario realizar más investigaciones para que los expertos puedan comprender los efectos exactos a corto y largo plazo de la diabetes en el cerebro; sin embargo, confían en que encontrarán formas de prevenir e incluso revertir el daño.
Cómo afecta el nivel alto de azúcar en sangre a los niños
Un estudio del 2014 publicado por la Asociación Americana de la Diabetes muestra que los niveles muy altos de azúcar en sangre (hiperglucemia) pueden ralentizar el crecimiento del cerebro durante su desarrollo. Lo mismo ocurre cuando los niveles de un niño suben y bajan con frecuencia.
Las imágenes del cerebro muestran diferencias entre un niño con diabetes y uno sin ella. Sin embargo, los investigadores no encontraron grandes diferencias en su coeficiente intelectual, estado de ánimo, comportamiento y habilidades de aprendizaje y de memoria. Aún se desconoce si la enfermedad puede afectar aspectos como los movimientos musculares y la velocidad con la que procesan información.
Cómo afecta a los adultos
Los adultos que han tenido diabetes tipo 1 durante mucho tiempo presentan reacciones físicas y mentales más lentas. Según los investigadores, la condición no parece afectar las habilidades de aprendizaje y pensamiento de la persona, pero sí puede influir en la memoria y la capacidad de atención.
La diabetes tipo 1, al igual que la tipo 2, está asociada con una alta tasa de depresión. Los niveles altos de azúcar en sangre y el estrés de manejar una enfermedad a largo plazo figuran entre las causas.
¿Qué puedes hacer?
La mejor defensa es controlar tus niveles de azúcar en sangre, seguir una dieta saludable y cumplir con todas las indicaciones de tu médico.
Mientras más tiempo permanezcan tus niveles de azúcar muy altos o demasiado bajos, o fluctúen de forma extrema, más probabilidades hay de que tu cerebro se vea afectado. Los monitores continuos de glucosa son una excelente herramienta, ya que miden el azúcar en sangre cada 5 minutos.