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Hígado graso: causas, síntomas y tratamiento

Revisado Por Dra. Brunilda Nazario, MD en noviembre 27 del 2024
13 minutos de lectura

La enfermedad del hígado graso (FLD, por sus siglas en inglés) significa que tienes exceso de grasa en el hígado. Tu médico podría llamarla esteatosis hepática. La mayoría de las veces no causa síntomas, pero con el tiempo, la acumulación de grasa dificulta el funcionamiento del hígado.

 

Existen dos tipos principales de FLD:

1. Enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD, por sus siglas en inglés)
Este tipo antes se conocía como enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés). Es muy común en EE. UU. y afecta a 1 de cada 3 adultos. Los investigadores no están seguros de cuál es la causa, pero tener obesidad o trastornos metabólicos como resistencia a la insulina, dislipidemia, obesidad abdominal o hipertensión aumenta el riesgo de desarrollarla. A diferencia del otro tipo principal, no es causada por el consumo de alcohol. Hay dos formas de MASLD:

Hígado graso simple: esto significa que tienes grasa en el hígado, pero puede que no tengas inflamación ni daño en las células hepáticas. No suele empeorar ni causar problemas en el hígado. La mayoría de las personas con MASLD tienen hígado graso simple.

Esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH, por sus siglas en inglés): antes conocida como esteatohepatitis no alcohólica (NASH, por sus siglas en inglés). Es la etapa avanzada de la enfermedad del hígado graso y significa que tienes inflamación en el hígado. La inflamación y el daño celular pueden causar problemas graves como fibrosis hepática que puede convertirse en cirrosis (dos tipos de cicatrización del hígado) y cáncer de hígado. Estos problemas pueden llevar a insuficiencia hepática y requerir un trasplante de hígado. La cirrosis relacionada con la MASH ya constituye la principal causa de trasplantes de hígado en mujeres y personas mayores de 65 años. Aproximadamente el 20 % de las personas con MASLD tienen MASH.

 

 

 

 

 

2. Enfermedad del hígado graso por alcohol (ALD, por sus siglas en inglés)
Este tipo es menos común, afecta al 5 % de las personas en el país y es causada por el consumo de alcohol. Por este motivo suele mejorar si dejas de beber alcohol a tiempo. Si continúas bebiendo, esta enfermedad puede causar problemas graves que progresan en etapas:

Agrandamiento del hígado. No siempre causa síntomas, pero puedes sentir dolor o molestias en la parte superior derecha del abdomen.

Hepatitis alcohólica. Es una inflamación del hígado que puede causar fiebre, náuseas, vómitos, dolor de estómago e ictericia (piel y ojos amarillentos).

Cirrosis alcohólica. Es la acumulación de tejido cicatricial que impide el funcionamiento normal del hígado. Puede causar los mismos síntomas que la hepatitis alcohólica y también:

  • Una gran acumulación de líquido en el abdomen (tu médico lo llamará ascitis)
  • Presión arterial alta en el hígado
  • Hemorragias en distintas partes de tu cuerpo
  • Confusión y cambios en el comportamiento
  • Bazo agrandado (un pequeño órgano ubicado dentro de tu cavidad torácica que forma parte de tu sistema inmunitario)
  • Insuficiencia hepática, que puede ser mortal

La enfermedad del hígado graso por alcohol suele presentarse primero. Puede empeorar y convertirse en hepatitis alcohólica, y con el tiempo, puede progresar a cirrosis alcohólica.

Si bebes mucho debes hablar con tu médico. Es una conversación confidencial y tu médico puede ayudarte a controlar tu consumo de alcohol para proteger tu salud.

La ALD y la MASLD generalmente no tienen síntomas. Algunas personas pueden presentar síntomas como fatiga o dolor en la parte superior derecha del abdomen, donde se encuentra el hígado.

Si tienes MASH o cirrosis, puedes presentar estos síntomas:

  • Abdomen hinchado
  • Vasos sanguíneos agrandados bajo la piel
  • Agrandamiento de las mamas en los hombres
  • Palmas enrojecidas
  • Piel y ojos amarillentos, debido a un trastorno llamado ictericia
  • Náuseas, pérdida de peso o de apetito
  • Cansancio o confusión
  • Pruebas de función hepática anormales

La enfermedad del hígado graso por alcohol, o ALD, es causada por el consumo excesivo de alcohol. Tienes más probabilidades de desarrollarla si bebes mucho y:

  • Tienes obesidad
  • Estás desnutrido
  • Tienes hepatitis viral crónica, especialmente hepatitis C
  • Eres un hombre (o persona de sexo masculino asignado al nacer) negro o hispano
  • Eres una mujer (o persona de sexo femenino asignado al nacer) debido a la forma en que tu cuerpo procesa el alcohol
  • Eres mayor; cuanto más mayor eres, más probabilidades tienes de desarrollarla

Se desconoce por qué algunas personas con MASLD tienen hígado graso simple y otras desarrollan MASH. Los genes u otras condiciones médicas preexistentes y factores ambientales pueden ser la causa. Es más probable que desarrolles MASLD o MASH si:

  • Tienes obesidad o sobrepeso
  • Tu cuerpo no responde a la insulina como debería (llamado resistencia a la insulina) o si tienes diabetes tipo 2
  • Tienes niveles altos de triglicéridos o colesterol "malo" (LDL, por sus siglas en inglés), o niveles bajos de colesterol "bueno" (HDL, por sus siglas en inglés)
  • Tienes enfermedad renal (de los riñones) crónica
  • Eres mayor
  • Tienes síndrome de ovario poliquístico
  • Tienes apnea del sueño
  • Tienes una tiroides poco activa (hipotiroidismo)
  • Tienes hipogonadismo (insuficiente producción de hormona sexual) o deficiencia de la hormona del crecimiento
  • Estás desnutrido
  • Has perdido peso rápidamente
  • Has estado expuesto a ciertas toxinas y productos químicos
  • Eres hispano o asiático
  • Tienes síndrome metabólico. Esta es una combinación de factores que aumentan las probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón. Si tienes síndrome metabólico, puedes tener tres de los siguientes problemas:
    • Sobrepeso en el abdomen
    • Niveles altos de triglicéridos o colesterol LDL
    • Niveles bajos de colesterol HDL (bueno)
    • Presión arterial alta
    • Azúcar en sangre alta

También hay algunas razones menos comunes por las que podrías desarrollar MASLD o MASH, que incluyen:

  • Trastornos que afectan cómo tu cuerpo utiliza o almacena la grasa
  • Hepatitis C u otras infecciones
  • Pérdida de peso rápida
  • Tomar ciertos medicamentos como glucocorticoides, metotrexato (Rheumatrex, Trexall), estrógeno sintético, tamoxifeno (Nolvadex, Soltamox) y otros
  • Extirpación de la vesícula biliar. Algunas personas que se someten a esta cirugía tienen más probabilidades de desarrollar MASLD.

Enfermedad del hígado graso en niños

Aproximadamente el 10 % de los niños en el país tienen MASLD, y ese número continúa creciendo a medida que aumentan los casos de obesidad infantil. La MASLD también es más común en:

  • Niños mayores en comparación con niños más jóvenes
  • Niños hispanos y asiático-estadounidenses que en niños blancos y negros (menos común entre estos últimos)
  • Niños varones, aunque es igual de común entre niños y niñas con MASH

Sin embargo, la mayoría de los niños con MASLD no desarrollan problemas de hígado, y la MASLD puede controlarse o revertirse si tu hijo se vuelve más activo, pierde el exceso de peso y mejora sus hábitos alimentarios y su nutrición.

Debido a que la mayoría de las personas no presentan síntomas, estas afecciones no son fáciles de diagnosticar.

Tu médico puede usar diferentes métodos para determinar si tienes enfermedad del hígado graso. Estos pueden incluir:

Historial médico y examen físico

Tu médico te preguntará sobre tu consumo de alcohol. Esta información puede ayudarlo a determinar si tienes ALD o MASLD, por lo que es importante que seas honesto. También te preguntará sobre los medicamentos que tomas, tus hábitos alimentarios y otros problemas de salud que puedas tener. Adicionalmente, tu médico:

  • Examinará tu cuerpo para detectar signos de problemas hepáticos, como un hígado firme o ictericia (piel amarillenta)
  • Medirá tu altura y peso para calcular tu índice de masa corporal (IMC), que determina cuánto deberías pesar según tu estatura
  • Puede buscar signos de resistencia a la insulina

Análisis de sangre

Tu médico puede solicitar los siguientes análisis:

  • Pruebas de función hepática y otras pruebas del hígado para detectar y monitorear enfermedades y daños en el hígado. Las células del hígado contienen proteínas llamadas enzimas. Cuando estas células se dañan, las enzimas se filtran en el torrente sanguíneo donde es posible medirlas. Si el hígado está dañado, los niveles de estas enzimas serán más altos de lo normal.
  • Las pruebas de evaluación de fibrosis (FIB-4) calculan el nivel de cicatrización (fibrosis) en el hígado. Estos análisis de sangre brindan un puntaje indirecto que estima el nivel de cicatrización o fibrosis en el hígado. Otros análisis de sangre pueden mostrar marcadores más directos de fibrosis.
  • Un perfil lipídico para medir las grasas en la sangre, como colesterol y triglicéridos.
  • Otros análisis de sangre para descartar otras causas de hígado graso, como hepatitis C o la enfermedad de Wilson (una enfermedad genética poco común).
  • Hemoglobina A1c para evaluar si tu nivel de azúcar en la sangre es estable.

Pruebas de diagnóstico por imagen

Tu médico puede solicitar una ecografía, una tomografía axial computarizada (TAC) o una imagen por resonancia magnética (IRM). Estas pruebas pueden mostrar si hay grasa en tu hígado, pero no pueden determinar si tienes hígado graso simple o MASH. Ciertas pruebas miden la rigidez del hígado para revelar si tienes fibrosis. Cuando las células mueren son reemplazadas por tejido cicatricial, que es más rígido. Cuanto más rígido sea tu hígado, más cicatrización tienes.

  • La elastografía transitoria usa una máquina de ultrasonido especial para medir la rigidez del hígado.
  • La elastografía por resonancia magnética (ERM) combina una frecuencia de vibraciones de ultrasonido con imágenes de IRM para crear un mapa visual de la rigidez total del hígado.

Biopsia del hígado

No todas las personas con MASLD necesitan una biopsia del hígado. Tu médico podría recomendarla si estás en riesgo de desarrollar MASH o si otras pruebas muestran complicaciones de la MASH como cirrosis. Se considera la prueba de preferencia para diagnosticar y evaluar la fibrosis hepática. Un médico extrae una muestra de tejido del hígado y la envía a un laboratorio para detectar inflamación o daño. La cirugía se realiza en un hospital o centro quirúrgico ambulatorio. Antes de la intervención, recibirás medicamentos para relajarte o controlar el dolor. Durante la biopsia, el médico anestesiará el área y usará una aguja especial para extraer una pequeña muestra de tejido del hígado. Una biopsia de hígado es la única manera de diagnosticar la MASH.

El primer paso suele ser perder el exceso de peso. Esto ayuda a reducir la grasa, la inflamación y la cicatrización en el hígado. Perder solo del 3 al 5 % de tu peso corporal puede disminuir la cantidad de grasa en el hígado. La cirugía para bajar de peso es una opción si no logras tus objetivos para adelgazar con cambios en el estilo de vida.

Se ha aprobado un medicamento, resmetirom (Rezdiffra), para tratar la MASH. Se utiliza como parte de un plan de tratamiento que incluye ejercicio y una dieta saludable para bajar de peso.

Tanto si tienes MASLD como ALD, deberás evitar el alcohol. Esto puede revertir parte del daño al hígado ya causado. Si necesitas ayuda, habla con tu médico sobre cómo obtenerla. Podrías necesitar participar en un programa supervisado de desintoxicación para dejar de beber y controlar el síndrome de abstinencia de manera segura.

En caso de complicaciones graves debidas a cualquier tipo de FLD, como cirrosis o insuficiencia hepática, podrías necesitar un trasplante de hígado. En general, las personas con MASH que reciben un trasplante suelen recuperarse bien.

Tratamientos alternativos para la enfermedad del hígado graso

Vitamina E. Algunos estudios han demostrado que la vitamina E podría mejorar la salud del hígado al reducir la inflamación, pero los resultados variaron según la dosis, la edad del paciente y su sobrepeso. Además, algunos estudios revelaron que las dosis altas de vitamina E pueden ser peligrosas para personas con otros trastornos aparte de FLD.

Café. El café con cafeína desde hace tiempo se considera bueno para la salud del hígado y se ha asociado con la reducción de la cicatrización del hígado en varias enfermedades hepáticas. No se sabe exactamente cómo el café previene el daño hepático. Una de las teorías es que el café activa enzimas que desintoxican el hígado. Otra teoría es que contiene compuestos que reducen la inflamación.

Aceite de oliva. El aceite de oliva es una grasa saludable que disminuye la cantidad de grasa almacenada en el hígado, mejora la manera en que el organismo procesa las grasas y los azúcares después de comer y reduce la inflamación.

Todos estos métodos aún se están investigando, así que consulta con tu médico o nutricionista antes de incorporar más café, aceite de oliva o vitamina E a tu dieta.

Cómo revertir la enfermedad del hígado graso

La enfermedad del hígado graso puede revertirse si evitas el alcohol y tomas medidas para alcanzar un peso saludable. El hígado es uno de los pocos órganos en tu cuerpo que puede reemplazar el tejido dañado con nuevas células en lugar de tejido cicatricial. Sin embargo, esto solo es posible si no consumes alcohol y sigues un estilo de vida saludable.

Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar:

Haz más ejercicio. Intenta hacer ejercicio al menos 30 minutos al día, casi todos los días de la semana. Si estás tratando de perder peso, puede ser útil ejercitarte más tiempo. Si no haces ejercicio regularmente, consulta a tu médico antes de comenzar y empieza poco a poco.

Cuida tu hígado. No hagas cosas que lo sobrecarguen. Evita el alcohol. Toma solo medicamentos y productos de venta libre según las instrucciones de tu médico. Habla con tu médico antes de probar remedios herbales. El hecho de que un producto sea natural no significa que sea seguro.

Reduce tu colesterol. Consume una dieta saludable a base de vegetales, haz ejercicio y toma tus medicamentos. Esto ayudará a alcanzar, y mantener, tus niveles de colesterol y triglicéridos en el rango adecuado.

Controla tu diabetes. Revisa tu nivel de azúcar en la sangre y toma los medicamentos según las indicaciones de tu médico.

Dieta para la enfermedad del hígado graso. 

Cambiar tu alimentación puede ayudar a reducir o revertir la MASLD o la MASH. Intenta lo siguiente:

  • Limita los alimentos altos en grasas (como salchichas, tocino, pasteles, chocolate, etc.).
  • Sustituye las grasas saturadas (como mantequilla, carne roja y queso) por grasas insaturadas (como aceite de oliva, salmón y aguacate).
  • Consume alimentos con un índice glucémico bajo, como frutas, verduras y granos integrales.
  • Evita alimentos y bebidas con azúcares simples (como refrescos azucarados, bebidas deportivas, jugos y helados).
  • Sigue una dieta mediterránea.

Las principales complicaciones de estas afecciones son la cirrosis y el aumento del riesgo de cáncer de hígado. A medida que el hígado intenta detener la inflamación causada por estas condiciones, crea áreas de cicatrización. Al extenderse la inflamación, también aumenta la cicatrización, lo que eventualmente impide que el hígado desempeñe su función. Esto puede resultar en:

  • Acumulación de líquido en el abdomen
  • Venas hinchadas en el esófago que pueden estallar y sangrar
  • Confusión y somnolencia
  • Bazo hiperactivo
  • Cáncer de hígado
  • Insuficiencia hepática

Si tu hígado tiene poca o moderada cicatrización, no debería afectar tu esperanza de vida. Pero si tienes cirrosis, puede acortar tu vida. Si la cirrosis es diagnosticada temprano, podrías vivir de 10 a 15 años más. Si se diagnostica tarde o tienes complicaciones como acumulación de líquido en el abdomen o sangrado en el intestino, tu esperanza de vida podría ser de 3 a 5 años, a menos que recibas un trasplante de hígado.

Para prevenir la ALD:

  • Bebe con moderación. Eso significa una bebida al día para hombres mayores de 65 años y mujeres de todas las edades, y hasta dos bebidas al día para hombres menores de 65 años.
  • Protégete contra la hepatitis C. Esta infección viral puede aumentar las probabilidades de desarrollar cirrosis si consumes alcohol.
  • Consulta a tu médico antes de mezclar medicamentos y alcohol. Pregúntale a tu médico si es seguro beber alcohol mientras tomas medicamentos recetados. Lee las advertencias en los medicamentos de venta libre. No bebas si tomas productos como acetaminofeno, que pueden dañar el hígado cuando se combinan con el alcohol.

Si tienes MASLD o MASH, es importante tomar buenas decisiones:

  • Consume alimentos saludables. Opta por una dieta a base de plantas con muchas frutas, verduras, granos integrales y grasas saludables.
  • Mantén un peso saludable. Pierde peso si es necesario. Si ya tienes un peso saludable, esfuérzate para mantenerlo eligiendo una dieta saludable y haciendo ejercicio.
  • Haz ejercicio. Realiza actividad física la mayoría de los días de la semana. Habla con tu médico si no has hecho ejercicio durante un tiempo.

La enfermedad del hígado graso causa acumulación de grasa en el hígado. Uno de los tipos de esta enfermedad se debe al consumo de alcohol. El otro, que es más común, no tiene una causa específica, pero factores como la obesidad y la diabetes pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad. Afortunadamente, puedes reducir o incluso revertir el daño a tu hígado haciendo cambios en tu estilo de vida, como mejorar tu alimentación y hacer más ejercicio. Con ambos tipos de la enfermedad, es importante no consumir alcohol.

¿La enfermedad del hígado graso es un problema grave?

Para la mayoría de las personas no lo es. Pero entre un 7 y un 30 % de quienes tienen la enfermedad del hígado graso, empeorarán si no reciben tratamiento.

Este contenido se publicó originalmente en inglés y se tradujo con el uso de varias herramientas editoriales, incluidas la inteligencia artificial, como parte del proceso. Un equipo de editores de salud de WebMD y de profesionales médicos revisó el contenido antes de su publicación.