La esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH, por sus siglas en inglés) es una enfermedad en la que la acumulación de grasa causa inflamación y daño en el hígado. Solía llamarse esteatohepatitis no alcohólica (NASH, por sus siglas en inglés).
Es una forma rara y más grave de la enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD, por sus siglas en inglés), anteriormente llamada enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés). No tiene cura, pero puedes tomar medidas para evitar que empeore e incluso reparar el daño.
¿Qué causa la MASH?
Los médicos no están seguros de por qué algunas personas acumulan exceso de grasa en sus hígados. Tampoco está claro por qué algunas personas con hígado graso desarrollan esteatohepatitis y otras no. La MASH está estrechamente relacionada con la obesidad, pero no todas las personas que la padecen tienen sobrepeso.
El peso no es el único factor de riesgo. También es más probable que desarrolles MASH si tienes diabetes tipo 2, colesterol alto o triglicéridos elevados. Es más común si eres mayor, hispano, tienes presión arterial alta o apnea del sueño, o si eres una mujer que ha pasado por la menopausia.
Los investigadores están estudiando si los genes, la dieta o las bacterias en el sistema digestivo influyen en quién desarrolla MASH.
Síntomas de MASH
Puedes tener esteatohepatitis durante años sin saberlo. Si tienes síntomas debido a la inflamación del hígado, estos suelen ser leves, como fatiga o un ligero dolor en la parte superior derecha del abdomen.
Si la MASH progresa, puede causar daño grave al hígado y es posible que desarrolles otros síntomas como:
- Hinchazón abdominal
- Sangrado o hematomas anormales
- Picazón
- Ictericia (piel y ojos amarillentos)
- Debilidad extrema y fatiga
- Arañas vasculares (venas pequeñas visibles bajo la piel)
- Pérdida de peso inexplicable
Diagnóstico
Debido a que no hay muchos síntomas, la esteatohepatitis a menudo se detecta durante pruebas realizadas por otras razones. Tu médico descartará otras causas de inflamación del hígado, como el consumo de alcohol, infecciones por hepatitis viral o ciertos medicamentos. Los pasos para recibir un diagnóstico incluyen:
Historial médico. Tu médico te preguntará sobre factores de riesgo, como tu nivel de actividad física, si consumes mucho azúcar y si tienes enfermedades como diabetes tipo 2.
Examen físico. Tu médico registrará tu altura y tu peso para determinar si tienes sobrepeso u obesidad. También palpará tu abdomen para verificar si el hígado o el bazo están agrandados.
Análisis de sangre. Tu médico evaluará los niveles de enzimas hepáticas en tu sangre para determinar qué tan bien está funcionando tu hígado. Probablemente también revise tus niveles de azúcar en sangre y colesterol.
Pruebas de diagnóstico por imagen. Una ecografía, una tomografía axial computarizada (TAC) o una imagen por resonancia magnética (IRM) pueden detectar depósitos de grasa o tejido cicatricial en el hígado. Tal vez te hagan una prueba llamada elastografía mediante ultrasonido o IRM para medir la rigidez de tu hígado. Tu médico podría llamarla un Fibroscan.
Biopsia. La única forma de saber con certeza si tienes MASH y qué tan grave es consiste en extraer quirúrgicamente una pequeña muestra de tejido del hígado y examinarla bajo un microscopio.
Preguntas para tu médico
Un diagnóstico de esteatohepatitis puede ser confuso y alarmante. Quizás ni siquiera sabías que estabas enfermo. Antes de tu próxima cita, puede ser útil anotar algunas preguntas para tu médico, como:
- ¿Qué tan grave es mi enfermedad?
- ¿Qué tratamiento me recomienda?
- ¿Necesito bajar de peso? Si es así, ¿cuál es la mejor manera de conseguirlo?
- ¿Debería ver a un especialista del hígado o a un nutricionista?
- ¿Qué más puedo hacer para mantener mi hígado sano?
- ¿Con qué frecuencia debo realizarme pruebas de seguimiento?
- ¿Debería hacerme pruebas de detección de la diabetes?
- ¿Debo evitar determinados medicamentos?
- ¿Qué síntomas debo vigilar que puedan indicar que la enfermedad está empeorando?
- ¿Hay algún ensayo clínico en el que pueda participar?
- ¿Puedo beber alcohol?
Tipos de tratamiento
La esteatohepatitis no tiene cura. Sin embargo, el hígado puede repararse hasta cierto punto. Si tomas medidas para detener la acumulación de grasa en el hígado, puedes evitar que la MASH empeore e incluso revertir el daño existente.
En la mayoría de los casos, la principal recomendación es perder peso. Bajar entre el 7 y el 10 % de tu peso corporal puede eliminar la grasa almacenada en tu hígado y reducir la inflamación y la cicatrización. Si la dieta y el ejercicio no son suficientes, habla con tu médico sobre otras opciones como cirugía. No obstante, la pérdida de peso debe ser gradual; si es demasiado rápida, también puede dañar tu hígado.
Un medicamento, el resmetirom (Rezdiffra), ha sido aprobado para tratar la MASH. Se debe combinar con cambios en el estilo de vida, como dieta y ejercicio, para ayudarte a perder peso.
También deberías mantener tus niveles de azúcar en sangre, presión arterial y colesterol dentro de un rango saludable. Esto puede requerir medicamentos u otros tratamientos.
Qué esperar
Es posible que necesites hacer cambios importantes en tu estilo de vida para controlar la esteatohepatitis. Si no puedes detener la acumulación de grasa en el hígado, la MASH puede progresar a niveles más graves con peores síntomas.
Además, debes mantenerte alerta a los signos de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, ya que la MASH aumenta tu riesgo de desarrollarlas.
Deberás trabajar de cerca con tu médico para crear un plan de tratamiento y hacerte pruebas periódicas de la función y elasticidad (flexibilidad) del hígado para determinar si la enfermedad está mejorando.
Cómo puede evolucionar la MASH con el tiempo
El daño al hígado causado por la MASH puede empeorar. La inflamación constante provoca cicatrización en el hígado, llamada fibrosis. A medida que el tejido cicatricial reemplaza las células sanas, el hígado se vuelve rígido y no puede funcionar correctamente.
Con el tiempo, esta cicatrización puede ser tan extensa que es imposible repararla, esto se conoce como cirrosis. La cirrosis puede eventualmente causar insuficiencia hepática, en cuyo caso necesitarías un trasplante de hígado. También eleva tu riesgo de cáncer de hígado.
Cuida tu salud
Es esencial consumir una dieta saludable para controlar la esteatohepatitis. Algunos expertos recomiendan una dieta de estilo mediterráneo, que enfatiza el consumo de frutas, verduras, granos integrales, pescado y grasas "buenas". Sea cual sea el plan alimentario que elijas, sigue estos principios básicos:
- Limita la cantidad total de grasa que consumes y elige grasas insaturadas en lugar de grasas saturadas o trans.
- Opta por alimentos que no eleven tu azúcar en sangre. Tu cuerpo procesa alimentos como el pan y el arroz blancos rápidamente. En cambio, los alimentos con proteínas y fibra se digieren despacio y mantienen tu nivel de azúcar más estable.
- Evita alimentos azucarados, especialmente refrescos, jugos y productos horneados endulzados con fructosa. Si consumes más fructosa de la que tu cuerpo puede usar, tu hígado la convierte en grasa y la almacena.
Existe alguna evidencia de que la vitamina E y el café con cafeína pueden beneficiar al hígado. El ejercicio regular también puede reducir la cantidad de grasa en el hígado y ayudarte a perder peso.
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Usa esta guía de citas para prepararte para tu visita y averiguar cómo colaborar con tu médico para obtener una atención más personalizada.
Dónde encontrar apoyo
Informa a tu familia y amigos sobre tu diagnóstico. Adoptar un estilo de vida más saludable no es fácil, y ellos pueden ayudarte a mantener tus objetivos de alimentación y ejercicio.
Busca un grupo de apoyo donde puedas compartir experiencias y consejos con otras personas que tienen la enfermedad. La American Liver Foundation tiene un grupo en Facebook para personas con MASH.
Puede ser motivador participar en investigaciones para ayudar a los científicos a aprender más sobre esta enfermedad y cómo tratarla. Clinicaltrials.gov es una base de datos de la U.S. Library of Medicine (Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.) donde puedes buscar estudios en los que participar.
Consejos para vivir con esteatohepatitis
Además de alimentarte de manera saludable y hacer ejercicio, debes proteger tu hígado de otro factores que pueden dañarlo:
- No bebas alcohol. Aunque la MASH no es provocada por el alcohol, la bebida causa la acumulación de grasa en tu hígado.
- Ten cuidado con las vitaminas y suplementos herbales. Algunos pueden dañar tu hígado. Consulta con tu médico antes de tomar cualquier medicamento o suplemento.
- Vacúnate contra la hepatitis A y B. Estas infecciones pueden aumentar el riesgo de insuficiencia hepática si ya tienes daño en el hígado debido a la MASH.
La mayoría de las personas con esteatohepatitis viven tanto como las personas que no la tienen. Para mantenerte saludable, aprende todo lo que puedas sobre la enfermedad, cómo controlarla y sigue las recomendaciones de tu médico.