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Qué hacer frente a la discriminación por VIH

Revisado Por Melinda Ratini, MS, DO and Elmer Huerta, MD, MPH en diciembre 05 del 2024
4 minutos de lectura

Con demasiada frecuencia, las personas con VIH se convierten en blanco de críticas, cuando lo que necesitan es apoyo y compasión. Además de crear desafíos de salud, un diagnóstico de VIH puede afectar tus relaciones con familiares y amigos, tu vida en el hogar y tu trabajo.

Algunas personas todavía creen erróneamente que pueden contraer el VIH por contacto casual, como compartir un vaso o tocar un asiento de inodoro. También pueden asociar el VIH y el SIDA con comportamientos que consideran vergonzosos, como las relaciones sexuales entre hombres o el uso de drogas inyectables. Pueden pensar que la enfermedad es el resultado de una debilidad moral o que podría haberse evitado, por lo que la persona merece ser castigada. Esto no es justo ni útil.

Existen muchas leyes federales, estatales y locales para proteger tus derechos al trabajo, la educación y la privacidad. Estas leyes también garantizan el acceso a información, tratamiento y apoyo.

La Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA, por sus siglas en inglés) prohíbe la discriminación por discapacidad. El VIH cumple con la definición de discapacidad según las leyes federales y estatales, lo que significa que estás protegido contra la discriminación relacionada con el empleo, la vivienda, los servicios gubernamentales y el acceso a espacios públicos.

Es discriminación si te tratan de manera diferente solo por estar infectado con VIH. Por ejemplo, ser VIH positivo no debería ser motivo para:

  • Denegarte la custodia o las visitas con tus hijos.
  • Transferirte a un puesto de menor rango en el trabajo.
  • No aceptarte en un centro de tratamiento de drogas.

Aunque un diagnóstico de VIH puede ser suficiente para ser considerado "discapacitado" bajo la ADA, esto no garantiza que se cumplan los requisitos para el Seguro por Incapacidad del Seguro Social (SSDI, por sus siglas en inglés). Este está financiado a través de impuestos sobre la nómina y requiere haber trabajado ciertos años y haber contribuido al Seguro Social para obtener beneficios. La cantidad que se recibe se basa en la incapacidad de trabajar.

La ADA ofrece protección federal en el trabajo para las personas VIH positivas y cubre empleados y solicitantes de empleo en empresas con 15 o más trabajadores.

Un empleador no puede exigir una prueba médica antes de extender una oferta de empleo, a menos que todos los candidatos deban realizarse la misma prueba.

No pueden preguntarte si eres VIH positivo hasta que te hayan ofrecido un puesto. El empleador no puede retirar la oferta a menos que la enfermedad te impida realizar el trabajo.

Si tienes las cualificaciones para un puesto, el empleador no puede negarse a contratarte debido a tu estado del VIH, a menos que representes una amenaza directa para otros trabajadores o el público, lo cual es muy raro.

Tu empleador no puede divulgar información sobre tu estado del VIH; debe mantenerse confidencial.

Según lo que estipula la ADA, un empleador puede tener que hacer cambios para permitirte hacer tu trabajo. Pero no si le causa “dificultades excesivas”, como la presión financiera sobre una pequeña empresa.

Mantén un registro escrito de lo que ocurra en tu lugar de trabajo. Si crees que alguien ha cruzado la raya, comunícate con una organización local de servicios para el VIH para que te recomienden un abogado, o visita www.aclu.org o www.nela.org.

La ADA y algunas leyes locales y estatales también protegen contra la discriminación en la atención médica. Un médico u otro profesional de la salud no puede:

  • Negarse a tratarte
  • Exigir que declares si eres VIH positivo

Si tienes problemas para acceder a atención médica, puedes presentar una queja ante la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. (HHS, por sus siglas en inglés). Hace cumplir las leyes federales que prohíben la discriminación por parte de proveedores de atención médica y servicios humanos.

La Ley de Vivienda Justa, junto con leyes estatales y locales, protege a las personas con discapacidades, incluidas aquellas VIH positivas, contra la discriminación en la vivienda. Un arrendador no puede:

  • Negarse a alquilarle a alguien por ser VIH positivo
  • Hostigar a un inquilino con VIH
  • Desalojar a un inquilino VIH positivo excepto por motivos como no pagar el alquiler  o incumplir el contrato

Si enfrentas algún problema, comunícate de inmediato con un abogado de derechos civiles o con una organización local de asistencia legal.

Cuida también tu bienestar emocional. Busca personas que entiendan por lo que estás pasando. Únete a un grupo de apoyo local para el VIH/SIDA o busca recursos en línea. Pide a tu médico que te de una derivación a un profesional de salud mental o a un trabajador social clínico.

Busca en Internet términos como "educación sobre el VIH", "servicios de apoyo para el SIDA" u "organizaciones de servicios sociales". Algunas líneas de ayuda pueden ofrecer asesoramiento práctico o apoyo emocional por teléfono. Las organizaciones locales de VIH/SIDA suelen tener mucha información y tal vez algún colaborador que también pueda ayudarte.

Este contenido se publicó originalmente en inglés y se tradujo con el uso de varias herramientas editoriales, incluidas la inteligencia artificial, como parte del proceso. Un equipo de editores de salud de WebMD y de profesionales médicos revisó el contenido antes de su publicación.