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La enfermedad del hígado graso y las enfermedades cardíacas

La enfermedad del hígado graso (también llamada esteatosis hepática) ocurre cuando se acumula demasiada grasa en el hígado. Puede ser causada por el consumo excesivo de alcohol o el síndrome metabólico (un conjunto de trastornos como obesidad, colesterol alto o hipertensión).

Pero no te dejes engañar por el nombre. La enfermedad del hígado graso no es solo un problema del hígado, sino que afecta a todo el cuerpo. Quizás lo más importante sea su fuerte vínculo con los problemas del corazón.

¿Puede la enfermedad del hígado graso causar problemas cardíacos?

La enfermedad del hígado graso —tanto relacionada como no relacionada con el alcohol—, está asociada con las enfermedades cardíacas (del corazón). De hecho, las enfermedades cardíacas o cardiopatías son la causa más común de muerte en personas con esteatosis hepática asociada a disfunción metabólica (MASLD, por sus siglas en inglés), anteriormente conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico.

Síntomas de la enfermedad del hígado graso y la enfermedad cardíaca

La enfermedad del hígado graso puede causar varios síntomas o ninguno. Algunos síntomas comunes son:

  • Dolor abdominal
  • Sensación de pesadez en la parte superior derecha del abdomen
  • Debilidad
  • Fatiga

Si la enfermedad del hígado graso progresa a una enfermedad hepática conocida como cirrosis, podrías observar amarillamiento de la piel y los ojos, pérdida de peso inexplicable, e hinchazón en el abdomen, las manos, las piernas y los pies.

La enfermedad cardíaca tiene un conjunto más amplio de síntomas, como:

  • Latidos rápidos o fuertes
  • Sudoración
  • Mareo o aturdimiento
  • Dificultad para respirar
  • Dolor en el pecho o el cuello
  • Sensación de presión o malestar en el pecho
  • Reflujo ácido
  • Náuseas o vómitos
  • Hinchazón en la parte inferior del cuerpo
  • Fatiga
  • Dificultad para hacer ejercicio
  • Problemas para dormir
  • Fiebre

Si tienes enfermedad del hígado graso, es importante que prestes atención a los signos de enfermedad cardíaca para detectar y tratar cualquier problema a tiempo.

No se sabe por qué la enfermedad del hígado graso y los problemas cardíacos están tan asociados. Pero varios factores pueden influir.

Inflamación crónica. Al igual que otros trastornos metabólicos, la enfermedad del hígado graso puede causar inflamación crónica (constante), que puede contribuir a la enfermedad cardíaca. Esto se debe a que el hígado podría emitir señales químicas que pueden hacer pensar al organismo que está siendo atacado por gérmenes. En respuesta a estas señales el cuerpo usa la inflamación para atacar a los gérmenes inexistentes, pero se daña a sí mismo durante el proceso. La inflamación puede ser particularmente peligrosa para el sistema cardiovascular porque causa cambios en los vasos sanguíneos.

Estrés oxidativo. Es un desequilibrio químico que sucede cuando el cuerpo libera demasiadas sustancias químicas inflamatorias. Está estrechamente vinculado a la inflamación.

Resistencia a la insulina. Esto sucede cuando las células no responden adecuadamente a una hormona llamada insulina. La resistencia a la insulina es un factor clave en la MASLD, el síndrome metabólico y la aterosclerosis (endurecimiento de las arterias).

Colesterol alto. El hígado regula los niveles de colesterol y otras grasas. Por este motivo, la enfermedad del hígado graso puede afectar tus niveles de colesterol. El colesterol elevado también está asociado a la enfermedad cardíaca.

Adipocinas. Son hormonas producidas por la grasa que viajan en la sangre y afectan las paredes de los vasos sanguíneos. Algunas tienen efectos antiinflamatorios pero otras pueden aumentar la inflamación y contribuir a problemas cardíacos.

Microbiota intestinal. La enfermedad del hígado graso, junto con la diabetes y la obesidad, pueden alterar las comunidades microbianas en el intestino. Este desequilibrio puede causar inflamación y aumentar tu riesgo de fibrosis hepática y cardiopatías.

Genética. Los genes también pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la enfermedad del hígado graso y los problemas cardíacos. Si ya tienes esteatosis hepática algunas variaciones genéticas pueden afectar la gravedad de la enfermedad y aumentar la probabilidad de trastornos cardíacos.

Grasa abdominal. Las personas con hígado graso suelen tener grasa abdominal, lo que incrementa el riesgo de síndrome metabólico y enfermedad cardíaca.

La enfermedad del hígado graso y los factores de riesgo de enfermedad cardíaca

La enfermedad del hígado graso aumenta tu riesgo de desarrollar otras enfermedades, especialmente cardiopatías. Los científicos han demostrado que esto es cierto incluso cuando se toman en cuenta otros factores de riesgo, incluido el síndrome metabólico. Esto significa que la esteatosis hepática es un riesgo para el desarrollo de la enfermedad cardíaca por sí sola.

Algunos efectos cardiovasculares de la enfermedad del hígado graso incluyen:

  • Enfermedad coronaria
  • Enfermedad carotídea
  • Alteraciones estructurales
  • Aumento de la grasa epicárdica (grasa alrededor del corazón)
  • Calcificaciones valvulares
  • Alteraciones funcionales
  • Arritmias
  • Alteraciones de la conducción cardíaca
  • Alargamiento del intervalo QTc

La esteatosis hepática y la enfermedad cardíaca también están asociadas con el síndrome metabólico, un conjunto de trastornos interrelacionados.

Síndrome metabólico

El síndrome metabólico tiene cinco características:

  • Obesidad
  • Dislipidemia
  • Hipertensión
  • Resistencia a la insulina
  • Mala tolerancia a la glucosa

Aproximadamente 9 de cada 10 personas con MASLD tienen al menos una característica del síndrome metabólico, y 1 de cada 3 puede ser diagnosticada oficialmente con síndrome metabólico (esto significa que tienen al menos tres características del síndrome metabólico).

Según algunos médicos, la MASLD ocurre cuando el síndrome metabólico afecta al hígado.

Diabetes tipo 2

El hígado tiene muchas funciones. Una de ellas es regular los niveles de azúcar en la sangre. Esto lo logra absorbiendo glucosa cada vez que recibe insulina, que es una señal hormonal del páncreas. Pero en las personas con enfermedad del hígado graso, las células hepáticas no responden a la insulina tan bien como deberían. Como resultado, el páncreas produce cada vez más insulina. Esto se llama resistencia a la insulina, y puede llevar a la diabetes tipo 2. Debido a esto, la MASLD y la diabetes están estrechamente relacionadas. La diabetes tipo 2 también puede empeorar la enfermedad hepática.

Dislipidemia

Otra función del hígado es regular el colesterol y otras grasas. Sin embargo, el exceso de grasa en el hígado puede interrumpir este proceso, por lo que causa un aumento en los niveles de lipoproteína de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés) o colesterol “malo”. Como resultado, la MASLD está asociada con la dislipidemia.

Hipertensión

La MASLD también está vinculada a la hipertensión, que es otra característica del síndrome metabólico. La MASLD puede causar inflamación y resistencia a la insulina, ambos factores que aumentan la presión arterial. En particular, la resistencia a la insulina puede llevar a la retención de líquidos y al estrechamiento de los vasos sanguíneos.

Problemas cardíacos y trastornos relacionados con la enfermedad del hígado graso

La enfermedad del hígado graso puede afectar al corazón de muchas maneras.

Aterosclerosis
Esto ocurre cuando se forman placas en los vasos sanguíneos, lo que provoca que sus paredes se estrechen y endurezcan. Está vinculada a la inflamación, que puede reducir la elasticidad de las paredes y alterar el ciclo de vida de esas células. La resistencia a la insulina, la disfunción del tejido adiposo, la microbiota intestinal y los factores genéticos también podrían jugar un papel en el desarrollo de la aterosclerosis en personas con MASLD.

Enfermedad coronaria
Cuando la aterosclerosis afecta a las arterias coronarias (los vasos sanguíneos que suministran sangre al corazón), se llama enfermedad coronaria. Parece estar asociada con la resistencia a la insulina y la cantidad de grasa en el hígado. La enfermedad del hígado graso también puede causar calcificación (formación de placas de calcio) en las válvulas aórtica y mitral del corazón, lo que puede aumentar el riesgo de arritmias.

Disfunción microvascular
La MASLD también está asociada con la disfunción microvascular coronaria. Este es un tipo de enfermedad coronaria que afecta a los vasos sanguíneos más pequeños. Esta afección permite que la sangre fluya con facilidad por la arteria coronaria principal, pero impide el flujo adecuado a través de la red de pequeños vasos sanguíneos que suministran al resto del cuerpo. Esto provoca dolor en el pecho.

Arritmias
La esteatosis hepática puede provocar ritmos cardíacos anormales, como fibrilación auricular y arritmias ventriculares. El riesgo es especialmente alto para las personas con MASLD que también tienen diabetes tipo 2.

Riesgo de ataque cardíaco
Entre las personas que sufren ataques cardíacos, aquellas con MASLD tienen más probabilidades de morir que las que no la tienen. Esto podría estar relacionado con una mala circulación, disfunción endotelial inflamatoria, estrés oxidativo y factores que pueden hacer que los pacientes tengan más probabilidades de sufrir un ataque cardíaco.

Hipertrofia ventricular
La enfermedad del hígado graso puede alterar la forma y función del corazón, incluido el ventrículo izquierdo. El ventrículo izquierdo está involucrado en el bombeo de sangre. La esteatosis hepática puede causar que aumente la masa del ventrículo izquierdo (se vuelva más pesado) y que sus paredes se engrosen.

Miocardiopatía
Esta enfermedad abarca cualquier problema que afecte al miocardio (músculo del corazón). Está relacionada con el consumo excesivo de alcohol, la hipertensión y la enfermedad coronaria. Muchas personas con cirrosis, una forma de enfermedad hepática, experimentan una afección llamada cardiomiopatía cirrótica.

Síndrome hepatopulmonar
Aproximadamente 1 de cada 4 personas con enfermedad hepática crónica desarrollará síndrome hepatopulmonar. Esto ocurre cuando la enfermedad hepática hace que los vasos sanguíneos en los pulmones se ensanchen, lo que disminuye su capacidad para transportar oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo. Esto resulta en niveles bajos de oxígeno en la sangre.

El hígado graso y la insuficiencia cardíaca
El agrandamiento del ventrículo izquierdo, la disfunción microvascular, la enfermedad coronaria, la fibrilación auricular y la disautonomía pueden contribuir a la insuficiencia cardíaca en personas con MASLD.

Cómo prevenir la enfermedad cardíaca si tienes el hígado graso

Si tienes esteatosis hepática, eso no significa automáticamente que tendrás problemas del corazón. Puedes reducir tu riesgo con algunos cambios simples en el estilo de vida.

Dieta, ejercicio y control del peso

Los médicos aún están determinando cuál es la mejor dieta para las personas con hígado graso. Algunas opciones prometedoras son:

  • Seguir una dieta baja en calorías (1,200-1,600 calorías al día)
  • Evitar el azúcar
  • Comer una dieta baja en grasas (menos del 10 % de grasas saturadas) con muchas frutas y verduras
  • Seguir la dieta mediterránea, que es rica en grasas saludables
  • Beber café regularmente

Consumir alimentos con un alto contenido de grasas omega-3 (como el aceite de oliva) puede ayudar a reducir los niveles de colesterol en personas con MASLD. Además, algunos médicos piensan que los antioxidantes y la vitamina E podrían ayudar a controlar la esteatosis hepática y las enfermedades cardíacas, pero se necesita más investigación para demostrarlo.

El ejercicio también puede ayudar con la enfermedad del hígado graso. En particular, puede reducir la resistencia a la insulina, que está vinculada a muchos de los problemas cardíacos asociados con la enfermedad del hígado graso. Intenta hacer ejercicios aeróbicos de intensidad moderada (caminar rápidamente, nadar, etc.) durante al menos 150 minutos a la semana.

Algunas investigaciones sugieren que perder entre el 5 y el 10 % de tu peso corporal puede ayudar con la enfermedad del hígado graso y evitar que empeore. Incluso puede revertir el daño al músculo cardíaco. Esto es cierto independientemente de cómo pierdas el peso (dieta, ejercicio, etc.). Si los cambios en la dieta y el ejercicio no funcionan, la cirugía para perder peso puede ser una buena opción. Ten en cuenta que bajar de peso puede ser riesgoso para las personas que ya tienen el hígado graso y problemas cardíacos avanzados.

Habla con tu médico antes de hacer cualquier cambio en tu dieta o rutina de ejercicios. Tu médico puede ayudarte a elegir un plan adecuado para ti.

El control de la presión arterial y el colesterol

Controlar los niveles de colesterol es importante para proteger la salud del corazón. Los medicamentos llamados estatinas pueden ayudarte a controlar el colesterol. Algunos estudios han sugerido que las estatinas también pueden ayudar a tratar la enfermedad hepática, por lo que se recomiendan especialmente para las personas con colesterol alto y MASLD. Por otro lado, si tienes la presión arterial alta y el hígado graso, tomar medicamentos antihipertensivos (como los inhibidores ECA) puede ayudar a prevenir que el hígado graso empeore.

Los médicos también están investigando medicamentos llamados sensibilizadores de la insulina. Se cree que estos medicamentos podrían ayudar con la resistencia a la insulina, que está asociada con el hígado graso y los problemas cardíacos. Por ejemplo, un medicamento llamado pioglitazona podría reducir la resistencia a la insulina y la inflamación en personas con MASLD. Medicamentos similares llamados agonistas del receptor del péptido 1 similar al glucagón (exenatida, liraglutida, lixisenatida y semaglutida) también pueden ayudar a reducir el apetito, ayudándote a perder peso. Pero se necesitan más estudios para verificarlo.

Fumar y beber

Para proteger tu hígado de más daño, los médicos recomiendan evitar o limitar el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco. Tanto fumar como beber en exceso pueden aumentar tu presión arterial y tus niveles de colesterol, dos componentes importantes de la salud cardiovascular. Fumar, en particular, está asociado con casi todos los tipos de enfermedades cardíacas.

Resumen

La enfermedad del hígado graso está estrechamente asociada con las enfermedades cardíacas. Puede llevar a la formación de placas en las arterias, especialmente en las arterias coronarias, así como a arritmias y cambios en el ventrículo izquierdo del corazón. Si tienes esteatosis hepática, habla con tu médico sobre cómo proteger mejor tu salud cardíaca.

Preguntas frecuentes sobre la esteatosis hepática y las enfermedades cardíacas

¿Qué relación existe entre la enfermedad del hígado graso y el corazón?
La enfermedad del hígado graso está estrechamente asociada con las enfermedades cardíacas, especialmente con condiciones como la aterosclerosis, la enfermedad coronaria y las arritmias.

¿Puede la enfermedad del hígado graso causar latidos irregulares del corazón?
Sí, la enfermedad del hígado graso puede provocar ritmos cardíacos irregulares (arritmias).

¿Puede la esteatosis hepática causar fibrilación auricular?
La fibrilación auricular es una de las arritmias más comunes relacionadas con la enfermedad del hígado graso.

¿Qué alimentos debo evitar si tengo la enfermedad del hígado graso y problemas cardíacos?
Los médicos aún están determinando cuál es la mejor dieta para las personas con hígado graso y enfermedad cardíaca. En general, una dieta baja en grasas, calorías y azúcar, que incluya muchas frutas y verduras, puede ser una buena opción.

Ver Fuentes

Crédito de foto: The Image Bank/Getty Images

FUENTES:

Cells: “Relationship between Heart Disease and Liver Disease: A Two-Way Street [La relación entre la enfermedad cardíaca y la enfermedad hepática: una vía de doble sentido]”.

Cleveland Clinic: “Hepatopulmonary Syndrome [Síndrome hepatopulmonar]”; “Steatotic (Fatty) Liver Disease [Esteatosis hepática (enfermedad del hígado graso)]”.

Frontiers in Medicine (Lausanne): “Cardiovascular Risk in Fatty Liver Disease: The Liver-Heart Axis—Literature Review [Riesgo cardiovascular en la enfermedad del hígado graso: el axis hígado-corazón,  revisión de publicaciones]”.

Hypertension Research: “The Causal Relationship Between Non-Alcoholic Fatty Liver Disease, Hypertension, and Cardiovascular Diseases: Implications for Future Research [La relación causal entre la enfermedad del hígado graso no alcohólico, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares: conclusiones para las investigaciones futuras]”.

Johns Hopkins Medicine: “Cardiomyopathy [Miocardiopatía]”.

Journal of the American College of Cardiology: “Risk of Heart Failure in Patients With Nonalcoholic Fatty Liver Disease [Riesgo de insuficiencia cardíaca en pacientes con enfermedad del hígado graso no alcohólico]”.

National Heart, Lung, and Blood Institute: “What Is Atherosclerosis? [¿Qué es la aterosclerosis?]”.

Sports Medicine: “Exercise in the Management of Metabolic-Associated Fatty Liver Disease (MAFLD) in Adults: A Position Statement from Exercise and Sport Science Australia [El ejercicio en la gestión de la enfermedad del hígado graso asociada a disfunción metabólica (MAFLD) en adultos: una declaración de posición de Exercise and Sports Science Australia]”.

Stanford Medicine: “Microvascular Dysfunction [Disfunción microvascular]”.

UChicago Medicine: “Type 2 Diabetes and Liver Disease: How They’re Connected [La diabetes tipo 2 y la enfermedad hepática: cómo están relacionadas]”.

World Journal of Clinical Cases: “Relationship Between Non-Alcoholic Fatty Liver Disease and Coronary Heart Disease [La relación entre la enfermedad del hígado graso no alcohólico y la enfermedad coronaria]”.