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El hígado graso y la hipertensión: ¿cuál es la conexión?

La esteatosis hepática asociada a disfunción metabólica (MASLD, por sus siglas en inglés) está asociada con la presión arterial alta, o hipertensión, aunque la relación causa-efecto entre ambas enfermedades no está clara. Esta afección solía llamarse enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés. El término esteatosis se refiere a la acumulación de grasa en un órgano, en este caso, el hígado.

¿El exceso de grasa en el hígado causa presión arterial alta? ¿O la presión arterial alta causa la enfermedad del hígado graso? Se necesita más investigación para responder definitivamente a estas preguntas. 

Sin embargo, numerosos estudios han confirmado que existe una asociación bidireccional: estas dos enfermedades se afectan mutuamente. Si tienes hipertensión, es más probable que desarrolles MASLD, y si tienes MASLD, es más probable que desarrolles hipertensión.

No está claro qué vincula exactamente la MASLD con la presión arterial alta pero las investigaciones sugieren que la conexión podría ser:

  • Inflamación sistémica. La MASLD puede causar inflamación, lo que puede activar el sistema nervioso simpático y causar presión arterial alta.
  • Resistencia a la insulina. Es cuando el cuerpo no responde adecuadamente a la hormona insulina. La enfermedad del hígado graso y la resistencia a la insulina pueden coexistir, y ambas están relacionadas con la presión arterial alta.
  • Estrés oxidativo. Ocurre cuando hay un desequilibrio entre los radicales libres (moléculas inestables que pueden dañar las células) y los antioxidantes (que contrarrestan los radicales libres) en el cuerpo. El hígado graso puede aumentar el estrés oxidativo, lo que puede contribuir a la hipertensión.
  • Vasoconstricción. Es cuando los vasos sanguíneos se contraen o tensan. El hígado graso puede aumentar la vasoconstricción, lo que eleva la presión arterial porque los vasos contraídos requieren mayor presión para que la sangre fluya a través de ellos.

Además de estos posibles vínculos, el hígado graso y la presión arterial alta también comparten factores de riesgo similares, como colesterol alto, diabetes y obesidad. Muchos de estos trastornos y enfermedades se superponen. 

¿Qué tan común es la hipertensión en personas con la enfermedad del hígado graso?

Se estima que hasta el 40 % de las personas con MASLD también tienen presión arterial alta. Otra estimación indica que alrededor del 50 % de las personas con hipertensión también tienen el hígado graso. Esto es importante porque si tienes ambas afecciones eso aumenta tu riesgo de muerte y complicaciones graves.

Un estudio encontró que el 46 % de los participantes con esteatosis hepática también tenían presión arterial alta. Y cuando los participantes tenían ambas afecciones, también aumentaba su riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares u otras causas.

El riesgo de aterosclerosis, el endurecimiento de las arterias, puede ser mucho mayor si tienes ambas afecciones. Un estudio encontró que las personas con hígado graso y presión arterial alta tenían un riesgo significativamente mayor de aterosclerosis en comparación con aquellas que solo tenían una de estas enfermedades.

Conexión entre la gravedad de la enfermedad del hígado graso y la hipertensión

Cuanto más grave sea la esteatosis hepática, peor puede ser la presión arterial. Las investigaciones sugieren que una mayor cantidad de grasa en el hígado puede elevar el riesgo de hipertensión y que mejorar la salud hepática puede reducir el riesgo de desarrollar hipertensión.

Sin embargo, la gravedad de la hipertensión también podría ser un factor importante. Un estudio comparó a pacientes con enfermedad del hígado graso y presión arterial alta no controlada con aquellos que tenían el hígado graso y presión arterial alta controlada. Encontró que las personas con presión arterial no controlada tenían un riesgo significativamente mayor de muerte en comparación con las que tenían la presión arterial bajo control.

Obesidad, hígado graso y presión arterial alta

La obesidad es una causa de MASLD y se considera un factor de riesgo tanto para el hígado graso como para la hipertensión. La esteatosis hepática es común entre las personas con obesidad:  se estima que entre el 50 y el 90 % tienen MASLD.

La enfermedad del hígado graso está asociada con el síndrome metabólico, que a menudo incluye obesidad y presión arterial alta. El síndrome metabólico es un conjunto de afecciones que incluye obesidad abdominal, hipertensión, niveles altos de azúcar en la sangre, triglicéridos altos y colesterol HDL bajo. Las personas con síndrome metabólico tienen al menos tres de estas cinco condiciones.

Cómo manejar la hipertensión y el hígado graso

Al igual que la enfermedad del hígado graso y la presión arterial alta comparten una serie de factores de riesgo, las formas de controlar estos dos trastornos también son similares. Estos tres cambios en el estilo de vida pueden ayudar a controlar ambas afecciones:

  • Sigue una dieta saludable y baja en calorías que incluya frutas y verduras, proteínas magras y granos integrales. Limitar las carnes rojas y las bebidas azucaradas puede ayudar. Los alimentos ricos en carbohidratos y grasas saturadas son más propensos a promover el hígado graso.
  • Si tienes sobrepeso, baja de peso. Reducir las calorías diarias y hacer ejercicio puede ayudarte.
  • Haz ejercicio regularmente. Trata de hacer al menos 150 minutos de actividad física por semana. Si no tienes una rutina de ejercicios, consulta a tu médico antes de comenzar.

El tratamiento para el hígado graso generalmente se enfoca en los cambios de estilo de vida mencionados más arriba. Pero hay otras cosas que pueden ayudar a manejar tanto la presión arterial alta como el hígado graso:

  • Reducir el colesterol
  • Evitar el alcohol porque provoca acumulación de grasa en el hígado
  • Si tienes diabetes, mantenerla bajo control

No existe un medicamento aprobado para tratar la enfermedad del hígado graso. Pero para las personas cuya enfermedad ha progresado a una etapa más grave llamada esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH, por sus siglas en inglés), la FDA ha aprobado el medicamento Rezdiffra (resmetirom). Este fármaco se prescribe junto con una dieta saludable y ejercicio.

¿Qué sucede si no se tratan la hipertensión y el hígado graso?

Si la enfermedad del hígado graso no se trata, puede progresar a cirrosis, lo que significa que el tejido hepático saludable es reemplazado por tejido cicatricial, que puede acumularse e impedir que el hígado funcione correctamente. La cirrosis puede progresar a insuficiencia hepática, cáncer de hígado y otros tipos de cáncer.

Si la presión arterial alta no se trata, puede dañar diferentes partes del cuerpo, incluidos el corazón, las arterias y el cerebro. Puede provocar complicaciones mortales, como ataque cardíaco y derrame cerebral.

Tanto el hígado graso como la hipertensión pueden causar la muerte debido a problemas cardíacos y otras complicaciones. Por eso, es importante obtener tratamiento y aprender a controlar estas afecciones.

Resumen

  • La MASLD está relacionada con la hipertensión y ambas enfermedades se afectan mutuamente. Aún no se sabe cuál es exactamente la conexión. 

  • Comparten algunos de los mismos factores de riesgo y estrategias de control, como consumir una dieta saludable, hacer ejercicio con regularidad y perder peso. 

  • Las personas con esteatosis hepática e hipertensión tienen un mayor riesgo de complicaciones graves, por lo que es esencial obtener tratamiento.

¿El hígado graso puede aumentar la presión arterial?
No está claro si la MASLD causa presión arterial alta, o viceversa. Pero el hígado graso es un factor que se sabe contribuye a la hipertensión.

¿Qué medicamento para la presión arterial es bueno para el hígado graso?
No existe ningún medicamento para la hipertensión aprobado para tratar la enfermedad del hígado graso. Las investigaciones han demostrado que algunos fármacos para la hipertensión, como el losartán, pueden ayudar, pero se necesita más evidencia. Además, se están investigando otros medicamentos.

¿Qué otros problemas del hígado causan presión arterial alta?
La cirrosis hepática, que es cuando se produce cicatrización que daña el hígado, puede causar un tipo de presión arterial alta conocida como hipertensión portal. En esta enfermedad el tejido cicatricial en el hígado comprime los vasos sanguíneos que lo atraviesan, lo que reduce el flujo sanguíneo.

¿Todas las personas con hígado graso tienen hipertensión?
No, todas las personas con hígado graso no tienen hipertensión, pero es muy común. Según una estimación, hasta el 40 % de las personas con MASLD tienen hipertensión.

¿Qué se considera presión arterial alta?
Generalmente, una presión arterial de 130/80 o más se considera hipertensión. Una presión de 120/80 o menos se considera normal.

 

Ver Fuentes

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FUENTES:

American Heart Association: “Know Your Risk Factors for High Blood Pressure [Conoce tus factores de riesgo de hipertensión]” 

Baylor Medicine: Non-Alcoholic Fatty Liver Disease: A Guide to What & How To Eat [Enfermedad del hígado graso no alcohólico: una guía sobre qué y cómo comer]”.

Biomedicines: Which Comes First, Nonalcoholic Fatty Liver Disease or Arterial Hypertension? [¿Qué sucede primero, la enfermedad del hígado graso no alcohólico o la hipertensión arterial?]”.

Cleveland Clinic: “Cirrhosis of the Liver [Cirrosis hepática]”; “Oxidative Stress [Estrés oxidativo]”; “Portal Hypertension [Hipertensión portal]”; “Steatotic (Fatty) Liver Disease [Esteatosis hepática (hígado graso)]”; “Vasoconstriction [Vasoconstricción]”.

Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés): FDA Approves First Treatment for Patients with Liver Scarring Due to Fatty Liver Disease [La FDA aprueba el primer tratamiento para pacientes con cicatrización hepática causada por la enfermedad del hígado graso]”.

Frontiers in Cardiovascular Medicine: “Hypertension is prevalent in non-alcoholic fatty liver disease and increases all-cause and cardiovascular mortality [La hipertensión es prevalente en la enfermedad del hígado graso no alcohólico y aumenta la mortalidad cardiovascular y por todas las causas]”.

Harvard Health Publishing: “Understanding antioxidants [Cómo entender los antioxidantes]”.

Hippokratia: “Non alcoholic fatty liver disease and metabolic syndrome [La enfermedad del hígado graso no alcohólico y el síndrome metabólico]”. 

Hypertension: “Nonalcoholic Fatty Liver Disease: An Emerging Driver of Hypertension [La enfermedad del hígado graso no alcohólico: un impulsor emergente de la hipertensión]”.

Hypertension Research: “Mechanisms underlying the bidirectional association between nonalcoholic fatty liver disease and hypertension [Los mecanismos detrás de la asociación bidireccional entre la enfermedad del hígado graso no alcohólico y la hipertensión]”; “The causal relationship between non-alcoholic fatty liver disease, hypertension, and cardiovascular diseases: implications for future research [Relación causal entre la enfermedad del hígado graso no alcohólico, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares: conclusiones para las investigaciones futuras]”.