Guía visual sobre la enfermedad del hígado graso

Más común de lo que imaginas
El hígado graso podría ser la enfermedad más común de la que nunca has oído hablar. Al menos uno de cada cuatro adultos tiene esta condición. Y muchas de las personas que la tienen quizás no sepan que la padecen, ni siquiera qué es. La mayoría de las veces, esta enfermedad hepática es leve, pero puede derivar en problemas de salud más graves. Sin embargo, en muchos casos, puedes controlar o incluso revertir el hígado graso con cambios inteligentes en tu estilo de vida.

¿Qué es?
Es cuando se acumula demasiada grasa en el hígado. Hay dos tipos básicos: la enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD), antes conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD), y la esteatosis asociada al alcohol, antes llamada enfermedad del hígado graso asociada al alcohol. El exceso de grasa puede afectar la función del hígado. Como este órgano es el encargado de filtrar las toxinas de la sangre, su mal funcionamiento podría afectar gravemente la salud.

Enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD)
El tipo más común de enfermedad del hígado graso suele ser inofensivo. Pero algunas personas desarrollan una forma más grave llamada esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH), antes conocida como esteatohepatitis no alcohólica (NASH). Esta condición inflama el hígado, lo que puede derivar en cirrosis y aumentar el riesgo de cáncer hepático y enfermedades cardíacas. Los expertos creen que la MASH podría convertirse en la principal causa de trasplantes de hígado.

¿A quién afecta la MASLD?
Los expertos no comprenden del todo por qué algunas personas desarrollan esta condición y otras no. Sin embargo, el riesgo es mayor si tienes sobrepeso u obesidad, diabetes, colesterol y triglicéridos altos, hipertensión, hepatitis C u otras infecciones hepáticas, o si tomas ciertos medicamentos, como esteroides o fármacos para el cáncer o problemas cardíacos. La mayoría de las personas con este tipo de hígado graso son de mediana edad, pero la enfermedad puede afectar a cualquier persona, incluso a niños.

Esteatosis asociada al alcohol
Las personas que beben en exceso —más de una bebida al día para las mujeres y dos para los hombres— pueden desarrollar este tipo de enfermedad. Tener obesidad o ser mujer también aumenta el riesgo, al igual que ciertos factores genéticos con los que podrías haber nacido. Esta puede ser la primera etapa de problemas hepáticos más graves. Si continúas bebiendo, podrías desarrollar hepatitis alcohólica, cirrosis, insuficiencia hepática y un mayor riesgo de cáncer de hígado.

Síntomas
La mayoría de las veces no hay síntomas. Por eso, muchas personas que lo tienen no se dan cuenta. Sin embargo, algunas pueden experimentar dolor o presión en el lado superior derecho del abdomen y fatiga extrema. En algunos casos, el hígado graso y los problemas asociados pueden provocar pérdida de apetito y de peso.

Diagnóstico
Debido a que a menudo no presenta síntomas, los médicos pueden pasar por alto la enfermedad del hígado graso. Las pruebas de laboratorio típicas no siempre la detectan. Existen análisis de sangre especializados para evaluar la función hepática. El médico puede recomendarte un ultrasonido o tomografía computarizada para observar el estado del hígado. Es posible que necesites una biopsia: el médico extraerá una pequeña muestra del hígado y la examinará en busca de signos de enfermedad.

Tratamiento
El hígado graso puede tratarse con cambios en el estilo de vida, como perder peso y evitar el alcohol, y con medicamentos para la diabetes, el colesterol y los triglicéridos, como la liraglutida (Saxenda, Victoza), semaglutida (Ozempic, Rybelsus, Wegovy) y pioglitazona (Actos). No hay un medicamento para el hígado graso simple, pero el fármaco resmetirom (Rezdiffra) trata a los adultos con MASH y cicatrización hepática moderada a avanzada. Estos tratamientos pueden controlar o incluso revertir la enfermedad.

Baja de peso
La obesidad es la principal causa de la MASLD (enfermedad del hígado graso no alcohólico). Si tienes obesidad, habla con tu médico para desarrollar un plan de tratamiento basado en una alimentación saludable (con menos calorías) y más actividad física. Perder una o dos libras por semana es lo ideal; si bajas de peso demasiado rápido, podrías empeorar la enfermedad del hígado graso. Reducir solo entre el 3 % y el 5 % de tu peso corporal ya puede ser beneficioso.

Ejercicios
Incluso si te resulta difícil hacer suficiente ejercicio para perder peso, una actividad moderada —como caminar a paso rápido durante 150 minutos a la semana— puede ayudar a reducir parte de la grasa en tu hígado.

No bebas
Cuando tienes esteatosis asociada al alcohol, lo más importante es dejar de beber. Puede no ser fácil, pero los beneficios son enormes, especialmente si se detecta a tiempo, ya que podrías revertir completamente el daño. Si crees que tienes un problema con el alcohol, consulta a tu médico. Eliminar el alcohol también puede ayudar con la MASLD.

Cuida tu salud
Recibe tratamiento para las condiciones médicas relacionadas, como la diabetes y el colesterol alto. Pregunta a tu médico si puedes suspender o cambiar los medicamentos que podrían causar la enfermedad del hígado graso. Consulta a tu médico regularmente, o a un especialista en hígado (hepatólogo), para monitorear tu condición y hacer ajustes en tu plan de tratamiento según sea necesario.

Cuida tu hígado
Es posible que necesites vacunas contra la hepatitis A, hepatitis B, la gripe y la enfermedad neumocócica para proteger tu hígado y mantenerte saludable. Además, informa a tu médico antes de comenzar a tomar cualquier nuevo medicamento, vitamina o suplemento. Incluso los medicamentos de venta libre pueden afectar la salud de tu hígado.

Prevención
Los hábitos saludables que tratan el hígado graso también ayudan a prevenirlo. Haz ejercicio regularmente, lleva una dieta nutritiva con grasas saludables, muchas verduras, frutas y granos enteros, y limita el consumo de alcohol. Consulta con tu médico para controlar tu salud y sigue tus medicamentos al pie de la letra. Además, estas estrategias te protegen de otros problemas como obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas.
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FUENTES:
Journal of Clinical Gastroenterology: "Low Awareness of Nonalcoholic Fatty Liver Disease Among Patients at High Metabolic Risk [Poco conocimiento de la enfermedad del hígado graso no alcohólico entre pacientes con alto riesgo metabólico]".
National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases [Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales]: "Definition & Facts of NAFLD & NASH [Definición y datos de la EHGNA (Enfermedad Hepática Grasa No Alcohólica) y NASH (Esteatohepatitis No Alcohólica)]", "Treatment for NAFLD & NASH [Tratamiento para la EHGNA y NASH]", "Diabetes, Heart Disease, and Stroke [Diabetes, enfermedades del corazón y accidente cerebrovascular]".
American Diabetes Association [Asociación Americana de la Diabetes]: "Statistics About Diabetes [Estadísticas sobre la diabetes]".