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Trabajas duro y disfrutas la vida al máximo. La cultura hispana se basa en una fuerte ética de trabajo y en reuniones familiares llenas de alegría. Y un día, de repente, tu hígado empieza a quejarse. Los síntomas de la esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH, por sus siglas en inglés) y la esteatosis hepática asociada a disfunción metabólica (MASLD, por sus siglas en inglés), dos tipos de enfermedad del hígado graso no alcohólico, aparecen sin previo aviso. Para cuando se presentan la fatiga, la ictericia o el dolor abdominal, el daño ya está hecho y es momento de actuar.

La enfermedad del hígado graso no alcohólico afecta aproximadamente al 25 % de la población general. Un estudio publicado por UHealth Collective de la Universidad de Miami encontró que cerca del 28 % de los hispanos en el país tienen esta enfermedad, aunque las cifras varían según la nacionalidad. El porcentaje más alto se observó entre los mexicano-estadounidenses (42.8 %), quienes tienen el doble de probabilidades de desarrollar casos graves.

La buena noticia es que, en muchos casos, cuando la genética no es un factor determinante, es posible prevenir estas enfermedades, e incluso revertir o mejorarlas una vez diagnosticadas.

La mala noticia es que casi todos los medicamentos para tratar la enfermedad del hígado graso aún están en fase de prueba. El camino hacia la recuperación depende en gran medida de los cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso saludable a través de la alimentación. También puedes considerar medicamentos o cirugía para tratar la obesidad y reducir los riesgos cardiovasculares. Sin embargo, algunas comunidades hispanas tienen una mayor predisposición genética, lo que puede presentar desafíos según la ascendencia.

La MASH y la MASLD no están relacionadas con el consumo de alcohol

Existe una leyenda urbana que dice que todas las enfermedades del hígado graso están ligadas al consumo de alcohol. Las personas con enfermedad del hígado graso han enfrentado estigma social, ya que muchos creen que este trastorno se debe únicamente a decisiones de estilo de vida. Este temor a ser juzgados puede explicar, en parte, por qué las enfermedades del hígado graso no alcohólico como la MASH y la MASLD a veces permanecen sin diagnóstico durante largos períodos y suelen manifestarse cuando el daño hepático (al hígado) ya es grave.

Según un informe publicado en la revista Science Direct Journal of Gastroenterology, se proyecta que los casos de la MASLD aumentarán en un 63 % para el 2030. Desde el 2020, esta enfermedad se ha convertido en la principal causa de trasplantes de hígado en Estados Unidos, y se espera que esta tendencia continúe hasta el 2025.

¿Qué papel juegan tus genes en la MASH y la MASLD?

Las personas hispanas son el blanco perfecto para la MASH y la MASLD, ya que los factores genéticos hacen que esta comunidad sea más vulnerable a la enfermedad del hígado graso.

“Un factor único en los pacientes hispanos es el componente genético. PNPLA3 es una enzima hepática disfuncional incapaz de digerir la grasa y que impide que otras enzimas lo hagan. Se encuentra con más frecuencia en personas de origen hispano”, explica el Dr. S. David Goldberg, hepatólogo de la Universidad de Miami, especializado en el tratamiento de personas con enfermedades hepáticas crónicas, incluyendo pacientes que están en listas de espera para un trasplante de hígado.

El Dr. Goldberg señaló que este factor genético es más difícil de tratar, ya que quienes lo presentan no siempre tienen sobrepeso ni diabetes. Sin embargo, la mayoría de casos de la MASH en personas hispanas suelen ser el resultado de la combinación de tres factores. “No creo que sea solo la dieta, o el entorno, o la genética, sino más bien una combinación de los tres factores”, concluye.

Control de porciones: una alternativa más realista que las dietas desconocidas

Es cierto que los platos hispanos se preparan mayormente con alimentos sin procesar. Entonces, ¿qué deberías comer?

“Recomiendo el control de porciones. No puedo decirle a una persona cubana que no coma arroz con frijoles; eso no sería realista. Pero controlar las porciones para prevenir el aumento de peso es una estrategia que es relativamente eficaz en la práctica”, explica Goldberg.

Alimentos beneficiosos y perjudiciales para tu hígado

Según la Fundación Estadounidense del Hígado (ALF), hay ciertos alimentos que puedes agregar o evitar en tu dieta si quieres mantener un hígado saludable o si has sido diagnosticado con la MASH o la MASLD.

Los alimentos buenos para el hígado incluyen:

  • Frutas, verduras y alimentos ricos en fibra
  • Legumbres
  • Aceite de oliva, aceite de girasol y aceite de canola, ya que requieren menos bilis para descomponer las grasas
  • Pescado y carne, en moderación
  • Granos
  • Mucha agua

Alimentos que debes evitar si tienes la MASH o la MASLD:

  • Comidas ricas en grasa
  • Alimentos con alto contenido de almidón
  • Suplementos de hierro
  • Mariscos crudos o poco cocidos, como ostras y almejas
  • Azúcar
  • Sal
  • Alcohol

El control de las porciones y una alimentación equilibrada pueden hacer una gran diferencia en la salud de tu hígado.

Los remedios milagrosos pueden no funcionar

Hablar de posibles remedios naturales y terapias alternativas es muy común en la comunidad hispana. Sin embargo, cuando se trata de la salud de tu hígado, es importante confiar en los expertos médicos.

“Hace un par de días, mientras iba al trabajo, escuché un anuncio de un suplemento para el hígado con cúrcuma y alcachofas. Intento educar a mis pacientes sobre el hecho de que estos productos no tienen respaldo científico y, en muchos casos, solo hacen que las personas malgasten su dinero. Además, estos suplementos pueden tener riesgos y efectos secundarios”, advierte el Dr. Goldberg.

Además agregó que estos suplementos suelen ser costosos, no desintoxican realmente el hígado y en muchos casos se aprovechan de las personas que buscan una solución. Esto puede retrasar el inicio de tratamientos eficaces adecuados.

La comunidad es clave para promover el ejercicio y el apoyo emocional

La cultura hispana valora la socialización en grupos grandes. Si tú o alguien cercano tiene una enfermedad del hígado graso no alcohólico, unirse a una clase de baile, un club de corredores o cualquier grupo comunitario activo les ayudará en el proceso de bajar de peso, además de aportar muchos otros beneficios.

También encontrarás apoyo en MyMashTeam.com. Se trata de una comunidad en línea gratuita donde personas con la MASH comparten experiencias, consejos, avances y, lo más importante, se apoyan entre sí durante su proceso de recuperación.

Está a tu alcance revertir tu enfermedad. Sí se puede.

Resumen

La MASH y la MASLD son enfermedades hepáticas graves que afectan a la comunidad hispana en mayor proporción. Es fundamental actuar de inmediato. La buena noticia es que estas enfermedades se pueden prevenir e incluso podrían ser reversibles si sigues las instrucciones de tu médico y mantienes hábitos saludables. Algunos de estos cambios incluyen:

  • Controlar las porciones (¡esto es esencial!).

  • Bailar, caminar o cualquier actividad que te mantenga en movimiento.

  • Hornear las empanadas en lugar de freírlas.

  • Controlar tu peso con una alimentación basada en productos menos procesados.

  • Evitar el azúcar, la sal, las grasas saturadas y el alcohol.

  • Revisar tus niveles de azúcar para reducir el riesgo de diabetes.

  • Confiar en tu hepatólogo y seguir sus recomendaciones.

Ver Fuentes

Crédito de foto: iStock/Getty Images

FUENTES:

University of Miami: “Which Liver Disease Affects the Liver Disproportionally? [¿Qué enfermedad hepática afecta desproporcionadamente al hígado?]”.

Ana Veciana-Suarez, contribuidora al University of Miami Health System.

Gastroenterology: “Nonalcoholic Steatohepatitis Is the Second Leading Etiology of Liver Disease Among Adults Awaiting Liver Transplantation in the United States [La esteatohepatitis no alcohólica es la segunda principal etiología de enfermedad hepática entre los adultos que esperan un trasplante de hígado en Estados Unidos]”.

Dr. Robert J. Wong, doctor en medicina, maestría en ciencias, profesor clínico asociado de medicina, Gastroenterology & Hepatology Deparment of Medicine, Stanford University School of Medicine, Stanford, California.

Dra. Maria Aguilar, médico especialista en gastroenterología, Salt Lake City, Utah.

Dr. Ramsey Cheung, profesor de gastroenterología y hepatología, Stanford University, Stanford, California.

Dr. David S. Goldberg, doctor en medicina, maestría en ciencias en epidemiología clínica, University of Miami Miller School of Medicine, Miami, Florida.

American Liver Foundation: “Liver Disease Diets [Dietas para las enfermedades hepáticas]”.

MyMashTeam.com.