Cómo ganar masa muscular durante el tratamiento para el VIH

El VIH y tu peso
Algunos medicamentos para el VIH pueden causar un aumento de peso y alterar el metabolismo. Esto es común, no solo te sucede a ti. Habla con tu médico si el aumento de peso es un posible efecto secundario; puede haber otros tratamientos que ayuden. A medida que envejeces, el peso extra por el tratamiento del VIH puede aumentar el riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas y otros problemas de salud.

El VIH y tu masa muscular
A veces, las personas con VIH también pierden masa muscular saludable, aunque no ocurre igual para todos. Aquellos que pierden más músculo tienden a tener peores resultados. La pérdida muscular suele darse cuando la infección avanza rápidamente. Si tomas tus medicamentos, según lo indicado, es probable que no pierdas músculo más rápido que otras personas al envejecer. Puedes adoptar hábitos para conservar y fortalecer tu musculatura mientras evitas el aumento de peso.

Sigue de tratamiento para el VIH
El paso más importante para cuidar tu salud es seguir tu tratamiento para el VIH. Debes tomar tu terapia antirretroviral (TAR) diariamente. Lo ideal es comenzar el tratamiento tan pronto como sepas que tienes VIH. Aunque todavía no existe una cura, con los medicamentos actuales puedes vivir una vida larga, saludable y feliz, además de mantener tu cuerpo fuerte.

VIH y el ejercicio físico
El ejercicio es una excelente forma de mantenerte saludable, y eso no cambia si tienes VIH. Tu rutina de ejercicio debe incluir una combinación de entrenamiento de resistencia o fuerza y ejercicio aeróbico para mantener un peso saludable y desarrollar músculo. ¿Es seguro? ¡Claro que sí! La evidencia demuestra que la actividad física y el ejercicio regular son seguros y efectivos mientras recibes tratamiento para el VIH.

¿Cuánto ejercicio necesito?
Tus necesidades de ejercicio son las mismas, tengas VIH o no. Puedes seguir las mismas pautas que cualquier adulto saludable. Las recomendaciones más recientes sugieren al menos 150 minutos (2½ horas) a la semana de ejercicio de intensidad moderada que aumente tu ritmo cardíaco. Algunos ejemplos incluyen:
- Andar en bicicleta
- Caminar rápido
- Bailar
- Nadar
- Correr
Además, deberías realizar ejercicios que fortalezcan y desarrollen tus músculos al menos dos veces por semana. Prueba con:
- Levantar pesas
- Flexiones de brazos
- Planchas
- Sentadillas

Más beneficios del ejercicio
Además de mejorar tu salud física y reducir riesgos para la salud, el ejercicio ofrece muchos otros beneficios para cualquier persona, incluidas aquellas con VIH. Si tienes VIH, el ejercicio puede ayudarte con:
- Estado de ánimo
- Concentración mental
- Estrés
- Sueño

El VIH y tu alimentación
Para alimentar un cuerpo saludable y desarrollar músculo, es importante comer bien. Esto aplica para cualquier persona, pero puede ser aún más crucial si tienes VIH. Una dieta saludable puede ayudarte a:
- Mantenerte fuerte
- Conservar altos niveles de energía
- Fortalecer tu sistema inmunológico
- Alcanzar y mantener un peso saludable

Consejos para una alimentación saludable
Consume alimentos que aporten nutrientes esenciales y energía para mantener un peso saludable sin perder masa muscular. Incluye proteínas, carbohidratos y grasas saludables, y evita el exceso de grasas, azúcar, sal y alcohol. Evita consumir en exceso:
- Grasas
- Azúcar
- Sal
- Alcohol
Consulta a tu médico antes de realizar grandes cambios en tu dieta. Un dietista también puede ayudarte si no estás seguro de qué alimentos son buenos para ti.

No tienes que excederte
Si te ejercitas demasiado, por períodos largos o de formas nuevas sin descansar, puede ser contraproducente. Podrías agotarte sin lograr los resultados deseados. Lo mejor es empezar gradualmente y avanzar poco a poco. Ten en cuenta tu condición física actual y tus objetivos. Consulta a tu médico sobre programas de ejercicio recomendados y menciona cualquier lesión o preocupación que tengas.

Varía tu rutina
El entrenamiento combinado o cross-training es la mejor forma de evitar lesiones o el sobreuso de un solo grupo muscular. Esto implica probar una variedad de actividades en lugar de concentrarte solo en una. Elige ejercicios que trabajen diferentes partes de tu cuerpo y varíalos con frecuencia. Además, asegúrate de darte tiempo para recuperarte entre sesiones de ejercicio.

Haz lo que amas
Es más fácil mantener una rutina de ejercicios para desarrollar músculo si haces actividades que disfrutas. También ayuda ejercitarte con otros. Invita a amigos o familiares, o conoce personas nuevas en un grupo de apoyo o en tu comunidad. Ser activo físicamente no tiene que ser una obligación; encuentra formas de hacerlo divertido y gratificante, convirtiéndolo en una parte positiva de tu día.

Cómo entrenarte sin gastar una fortuna
Recuerda que no necesitas un costoso gimnasio ni equipo especial para comenzar una rutina de ejercicios saludable. Ponte unos zapatos cómodos y sal a dar una caminata rápida o a trotar. También puedes empezar con una rutina de fortalecimiento – como flexiones, sentadillas y planchas – usando solo tu cuerpo, una pared y una silla. Además, puedes encontrar muchos videos y rutinas de ejercicio gratuitos en línea.

Dónde obtener ayuda
Si no cuentas con un médico regular o tienes dificultades para acceder a tratamiento básico y orientación para cómo mantenerte fuerte a nivel físico, hay recursos disponibles. A veces puede resultar complicado identificar los programas a los que eres elegible. Busca apoyo de un gestor de casos o consejero de beneficios. También puedes llamar a una línea gratuita de VIH y SIDA en tu estado para conectarte con programas y servicios locales.
Ver Fuentes
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FUENTES:
AIDS Review: “Weight gain in HIV-infected individuals using distinct antiretroviral drugs [Aumento de peso en personas con VIH que utilizan diferentes medicamentos antirretrovirales]”.
HIV Medicine: “Counteracting muscle wasting in HIV-infected individuals [Combatir la pérdida muscular en personas con VIH]”.
The Journals of Gerontology Series A: Biological Sciences and Medical Sciences: “Age-Related Skeletal Muscle Decline Is Similar in HIV-Infected and Uninfected Individuals [La disminución de la masa muscular esquelética relacionada con la edad es similar en personas con VIH y sin VIH]”.
HIVinfo.NIH.gov: “HIV Treatment: The Basics [Tratamiento para el VIH: lo básico]”.
American Journal of Lifestyle Medicine: “Health Benefits of Exercise for People Living With HIV [Beneficios del ejercicio para la salud de las personas que viven con VIH]”.
HIV.gov: “Exercise and Physical Activity [Ejercicio y actividad física]”; “Food Safety and Nutrition [Seguridad alimentaria y nutrición]”; “Paying for HIV Care and Treatment [Cómo costear la atención y el tratamiento para el VIH]”.
Sports Health: “Overtraining Syndrome [Síndrome de sobreentrenamiento]”.
Mayo Clinic: “Fitness Program: 5 Steps to Get Started [Programa de fitness: 5 pasos para comenzar]”.
Obesity Action Coalition: “Exercising on a Budget: How to Exercise Using Items in Your Home [Ejercicio con bajo presupuesto: cómo hacer ejercicio usando objetos de tu hogar]”.