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La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que ocurre cuando los niveles de azúcar en la sangre (o la glucosa en sangre) están demasiado altos. Esta acumulación de glucosa es una de las señales principales de que el cuerpo no está usando la insulina eficientemente. 

La insulina es una hormona producida en el páncreas que ayuda a transportar la glucosa a las células del cuerpo para poder usarla como energía. Cuando la glucosa no llega a las células, se acumula en la sangre y las células dejan de funcionar correctamente.

Por lo tanto, la diabetes tipo 2 puede afectar el cuerpo entero.

Los síntomas de la diabetes tipo 2

Los síntomas de la diabetes tipo 2 suelen desarrollarse lentamente y durante varios años. Hay personas con la enfermedad que tienen síntomas tan leves que casi no los notan. Es buena idea consultar con tu médico si tienes algunos de los siguientes síntomas:

  • Aumento de la sed y de las ganas de orinar
  • Aumento del hambre
  • Sensación de cansancio
  • Visión borrosa
  • Entumecimiento u hormigueo en los pies o las manos
  • Llagas de cicatrización lenta o que no cicatrizan
  • Pérdida de peso inexplicable
  • Infecciones frecuentes
  • Zonas de piel oscurecidas (en general en el cuello y en las axilas)

El efecto de la diabetes tipo 2 en el resto del cuerpo

El cuerpo usa la glucosa, que se obtiene de muchos alimentos que comemos, como energía para alimentar al cerebro, a los músculos y al corazón. 

Si este proceso deja de funcionar, las células no se nutren como es debido porque la glucosa se acumula en la sangre. Por lo tanto, alguien que tiene diabetes tipo 2 debe de seguir un plan de tratamiento para mantener los niveles de azúcar en la sangre bajo control. Cuando los niveles de azúcar se mantienen demasiado altos por mucho tiempo, puede causar grandes daños cardiovasculares. Por ejemplo, puede generar una enfermedad del corazón, la pérdida de la visión o una enfermedad de los riñones. 

Por esta razón, varios profesionales de la salud consideran que la diabetes tipo 2 es uno de los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares. De hecho, las personas con diabetes tipo 2 tienen el doble de probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares que las personas que no tienen diabetes. Además, las enfermedades cardiovasculares —los ataques cardíacos, los derrames cerebrales y la insuficiencia cardíaca— son la principal causa de muerte en las personas que tienen diabetes tipo 2.

Esto remarca la importancia de ponerse en acción cuando se trata de comenzar un tratamiento efectivo, que incluya una medicación adecuada sumado a una alimentación balanceada y el ejercicio físico, para mantener el cuerpo lo más sano posible.

Las complicaciones de la diabetes

Dado que la diabetes tipo 2 afecta el funcionamiento de muchos de los órganos principales, los factores que aumentan el riesgo de la diabetes son iguales para otras enfermedades. 

Es por ello que cuando se mantiene controlados los niveles de glucosa en sangre, se puede disminuir el riesgo de desarrollar otras enfermedades y complicaciones:

Enfermedades cardíacas y de los vasos sanguíneos. La diabetes está asociada a un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, presión arterial alta y aterosclerosis (que causa el estrechamiento de los vasos sanguíneos).

Daño en los nervios de las extremidades. Los niveles elevados de glucosa en sangre pueden dañar o destruir los nervios causando una neuropatía. Como consecuencia, puede causar hormigueo, entumecimiento, ardor, dolor o (con el tiempo) pérdida de la sensibilidad en las puntas de los dedos de los pies o de las manos y que se extiende progresivamente hacia arriba.

Daño en los nervios de varios órganos del cuerpo. Los daños en los nervios del corazón pueden ocasionar ritmos cardíacos irregulares. El daño en los nervios relacionado con el sistema digestivo puede causar problemas como náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento. También puede causar disfunción eréctil.

Enfermedad de los riñones. La diabetes puede derivar en enfermedad renal crónica o enfermedad renal en etapa terminal irreversible. Esto puede requerir diálisis o trasplante de riñón.

Daño ocular. La diabetes aumenta el riesgo de enfermedades oculares serias, como las cataratas y el glaucoma, y puede dañar los vasos sanguíneos de la retina. Esto podría derivar en ceguera.

Afecciones cutáneas. La diabetes puede aumentar el riesgo de tener algunos problemas de la piel, como infecciones bacterianas y de hongos.

Cicatrización lenta. Si no se tratan, los cortes y las ampollas pueden dar lugar a infecciones serias. Si el daño es grave, podría requerir la amputación.

Deterioro de la audición. Los problemas de audición son más frecuentes en las personas que tienen diabetes.

Apnea del sueño. La apnea obstructiva del sueño es común en las personas con diabetes tipo 2. La obesidad puede ser el principal factor que contribuye a ambas afecciones.

Demencia. La diabetes tipo 2 parece aumentar el riesgo de la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos que causan demencia. Un control deficiente de la glucosa en la sangre está asociado a un deterioro más rápido de la memoria y otras habilidades del pensamiento.

La diabetes y la depresión

La depresión es común entre las personas que tienen diabetes tipo 2. La combinación de estas dos condiciones puede tener un resultado muy negativo, ya que las personas con diabetes tienen un porcentaje mayor de mortalidad.

Según estudios investigativos sobre el tema, las personas con diabetes tipo 2 que tienen síntomas de depresión:

  • Presentan tasas de mortalidad más altas en comparación con las personas con diabetes tipo 2 que no padecen de depresión.
  • Tienen menos probabilidades de seguir pautas de dieta y ejercicio o de controlar sus niveles de glucosa en sangre. 
  • Tienen más probabilidades de tener 3 o más factores de riesgo de enfermedades cardíacas en comparación con las personas que solo tienen diabetes tipo 2.
  • Tienen significativamente más probabilidades de sufrir complicaciones cardiovasculares y cerebrovasculares.

La depresión puede aumentar las complicaciones, no solo por un mal cuidado personal, sino por anomalías en la química cerebral y del sistema nervioso que acompañan a la depresión. 

Las personas que no se mantienen físicamente activas tienen más probabilidades de tener depresión.

Considera estos consejos:

Establece una rutina saludable. Una rutina te dará orden y estructura para planear qué comer y a qué hora. Asimismo, te puede ayudar a encontrar tiempo fijo para descansar, hacer ejercicio y a tomar los medicamentos a tiempo. El orden de la rutina también puede ayudar a calmar tu ansiedad y estrés.

Establece metas realistas. Planear cómo lograr tus metas relacionadas con la salud física y mental es esencial. Celebra todos los logros que tengas, ya sean pequeños o grandes.

Comunica cómo te sientes. Es importante que puedas hablar con un profesional de la salud mental o un ser querido sobre cualquier preocupación que puedas tener, especialmente si, además de tener diabetes tipo 2, también tienes síntomas de depresión. Es importante cuidar de tu bienestar mental.

Ver Fuentes

Crédito de la foto:LEONELLO CALVETTI/Science Source

FUENTES:

Asociación Americana de la Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés): “Abordando el estigma: diabetes y salud mental,” “La glucosa (azúcar) en la sangre puede marcar una gran diferencia.” 

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés): “La diabetes tipo 2,” “¿Quiénes están en riesgo?”

Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés): “Resistencia a la insulina y la prediabetes,” “Diabetes tipo 2.”

Joslin Diabetes Center: “Can Type 2 Diabetes Be Reversed? [¿Se puede revertir la diabetes tipo 2?].”

Mayo Clinic: “Diabetes de tipo 2.”

MedlinePlus: “Diabetes tipo 2.”

University of Washington, Comunicado de prensa.