
La enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD, por sus siglas en inglés) y su forma más avanzada, la esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH), están relacionadas con enfermedades crónicas, especialmente con el síndrome metabólico. La obesidad, la diabetes tipo 2, la resistencia a la insulina, la hipertensión y un desorden metabólico como la dislipidemia (niveles anormales de lípidos), aumentan el riesgo de tener otras condiciones crónicas.
La MASLD y la MASH no solo afectan al hígado, sino que también incrementan la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares. La acumulación de grasa en el hígado y la inflamación pueden llevar a la acumulación de placas en las arterias (aterosclerosis) y a trastornos cardíacos.
Cuando las enfermedades hepáticas empeoran, llevan a problemas graves en tu hígado como fibrosis, cirrosis e incluso cáncer de hígado.
En Estados Unidos, se estima que entre 75 y 100 millones de personas tienen la MASLD y los hispanos están entre los más afectados. Se considera que casi la mitad de esta población tiene síndrome metabólico y enfermedad hepática, y lo más difícil de creer es que muchos no lo saben.
¿Qué es la MASLD?
La MASLD se conocía antes como enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés). Es un trastorno benigno que se caracteriza por la acumulación excesiva de grasa en el hígado, conocida como esteatosis hepática.
La MASLD afecta a cerca del 42 % de los adultos en Estados Unidos. Según un reciente estudio, de cuatro a diez personas la padecen, se desarrolla a lo largo de varios años y no suele tener síntomas.
Un diagnóstico temprano, junto con cambios en el estilo de vida, puede prevenirla e incluso retrasar o revertir el daño hepático.
¿Qué es la MASH?
Algunas personas con la MASLD pueden desarrollar la MASH, la enfermedad más grave y avanzada en la que hay inflamación crónica, daño en las células del hígado, y cicatrices en los tejidos.
Se calcula que entre el 5 % y el 12 % de las personas con la MASH podrían tener fibrosis progresiva que lleva a la cirrosis hepática y se vincula a un mayor riesgo de cáncer de hígado.
La MASLD y la MASH y la relación con las enfermedades crónicas
Ambas condiciones están relacionadas con enfermedades crónicas, tales como:
Obesidad y síndrome metabólico:
- La obesidad aumenta el riesgo de inflamación hepática y fibrosis, ambos factores clave en el desarrollo de la MASH.
- El síndrome metabólico, caracterizado por resistencia a la insulina, dislipidemia y obesidad, es otro factor de riesgo.
- La dislipidemia eleva los niveles de colesterol LDL ("malo") y triglicéridos, mientras reduce el colesterol HDL ("bueno"). Esta alteración en los lípidos se presenta en el 60 % al 70 % de las personas con MASLD.
Diabetes tipo 2:
- La diabetes tipo 2 está presente en el 22.5 % de las personas con la MASLD y en el 43.6 % de aquellas con la MASH.
- La resistencia a la insulina, propia de la diabetes tipo 2, provoca una mayor acumulación de grasa en el hígado y el desarrollo de la MASLD.
Enfermedades cardiovasculares e hipertensión:
- La MASLD es común en personas con enfermedades cardiovasculares y puede estar presente en hasta el 70 % de los casos.
- La hipertensión puede acelerar la progresión de la MASLD.
- La MASLD contribuye a la formación de placas en las arterias, aumenta el riesgo de infartos cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
- Las personas con MASLD pueden desarrollar cardiopatía isquémica, miocardiopatía, y arritmias.
Enfermedad renal crónica:
- Entre el 20 % y el 50 % de los pacientes con la MASLD presentan enfermedad renal crónica. Esto sugiere que la MASLD podría acelerar la progresión de la enfermedad renal, incluso en ausencia de otros factores de riesgo como hipertensión o diabetes tipo 2.
Apnea obstructiva del sueño:
- Ocurre cuando la respiración se vuelve irregular o se detiene durante el sueño, se reducen los niveles de oxígeno en la sangre y se pueden afectar diversos órganos. Hasta ahora, no se ha establecido una relación directa entre la apnea del sueño y la MASLD. Sin embargo, ambas condiciones comparten factores de riesgo como la obesidad, la resistencia a la insulina, la hipertensión, la diabetes tipo 2, el síndrome metabólico y los problemas hepáticos.
Impacto en la comunidad latina
Los hispanos en Estados Unidos son más propensos a complicaciones con la MASLD. Esta condición afecta alrededor de 47 % de los adultos latinos, en comparación con otros grupos raciales.
Además, el 38 % de los niños y jóvenes latinos de entre 12 y 29 años, particularmente los mexicanoamericanos, tienen un diagnóstico de MASLD.
La Dra. Blanca Lizaola-Mayo, profesora asociada en la División de Gastroenterología y Hepatología del Colegio de Medicina de la Clínica Mayo y directora médica del Centro de Hepatología de Trasplantes de Mayo Clinic en Arizona, explica que los hispanos tienen el gen PNPLA3, una mutación que lleva a un mayor riesgo de acumulación de grasa en el hígado.
“Como hispanos tenemos un gen o tenemos la predisposición genética de desarrollar síndrome metabólico e hígado graso. Cuando combinamos la dieta anglosajona que es alta en químicos, preservativos, fructosa y sustancias que nos hacen aumentar de peso, eso hace que desarrollemos enfermedades en el hígado”.
Otros factores que influyen:
- Acceso limitado a alimentos nutritivos
- Barreras culturales como la falta de dominio del idioma inglés
- Falta de acceso a una cobertura médica adecuada
- Diagnósticos tardíos o inexistentes
- Percepción equivocada o estigma que vincula las enfermedades hepáticas con el consumo de alcohol
- Elevados índices de obesidad y diabetes
“Es importante considerar la cultura del paciente y qué tipo de alimentos ellos consumen. Por ejemplo, si yo estoy con un paciente peruano, mexicano o de cualquier otro país hispano y yo le pido que consuma alimentos que nunca ha consumido, realmente no vamos a llegar a ningún lado”, aclara la Dra. Lizaola-Mayo.
“Una de las preguntas más frecuentes que me hacen es qué dieta debo seguir para tratar mi hígado graso. Yo les respondo: la dieta que es sana, que usted disfruta y que va a poder continuar”, apunta.
Importancia del diagnóstico temprano
Las enfermedades hepáticas suelen asociarse con el consumo de alcohol; sin embargo, las personas con la MASLD y la MASH pueden desarrollarlas incluso con un consumo mínimo o inexistente.
La MASLD y la MASH son afecciones difíciles de diagnosticar, y muchas personas no saben que las tienen hasta que la inflamación hepática se agrava. En algunos casos, pueden presentar fatiga, malestar estomacal o dolor en la parte superior derecha del abdomen.
Detectarlas a tiempo es crucial para prevenir complicaciones graves. Tu médico podría recomendarte varios exámenes que incluyen:
- Análisis de sangre
- Ultrasonido o ecografía
- Pruebas de imagen para evaluar la rigidez y fibrosis hepática
El tratamiento de la MASLD y la MASH requiere un enfoque integral para prevenir complicaciones graves, como la cirrosis o el cáncer de hígado. La relación entre estas afecciones hepáticas y el mayor riesgo de mortalidad cardiovascular subraya la importancia de realizar evaluaciones médicas tempranas y periódicas.
Modificaciones en el estilo de vida
Los cambios en el estilo de vida son esenciales para manejar la MASLD y prevenir su progresión a la MASH. Perder entre el 7 % y el 10 % del peso corporal puede reducir la acumulación de grasa y la inflamación.
Recomendaciones para cambiar tu estilo de vida:
- Dejar de fumar.
- Evitar el alcohol.
- Mantener una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras.
- Comer proteínas bajas en grasa.
- Limitar las carnes rojas, harinas y azúcares blancos, bebidas azucaradas.
- Realizar ejercicio físico de manera regular.
- Reducir el nivel de colesterol total.
- Controlar la diabetes.
- Revisar qué medicamentos tomas y asegurarte que no te dañan el hígado.
Alternativas saludables:
La Dra. Lizaola-Mayo no recomienda los tratamientos naturales o alternativos u holísticos para el tratamiento de la MASLD y la MASH, ni tampoco las dietas extremas, pues no son sostenibles a largo plazo.
“La dieta mediterránea es la que tiene mayor beneficio desde el punto de vista cardio-metabólico porque es alta en grasas buenas, aceite de oliva, aguacate, nueces, todo ese tipo de alimentos que son antiinflamatorios", explica. “También incluye el café negro entre las bebidas que han demostrado ser benéficas para el hígado, por lo que recomienda su consumo sin azúcar y sin cremas”.
Intervenciones médicas
Cuando los cambios en el estilo de vida no son suficientes, el médico puede recomendar tratamientos con prescripción. Los agonistas del receptor GLP-1, como la semaglutida, la liraglutida y la tirzepatida, han demostrado ser efectivos para reducir el peso, la inflamación hepática y la acumulación de grasa en el hígado.
En 2024, la La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), aprobó el resmetirom (Rezdiffra) para tratar la MASH con fibrosis hepática moderada a avanzada. Este tratamiento puede reducir la cicatrización hepática y se debe combinar con una dieta adecuada y ejercicio regular.
Adoptar estos cambios en tu estilo de vida puede frenar la progresión de la MASLD, reducir los síntomas y, en algunos casos, revertir la enfermedad del hígado graso.
Además, es fundamental someterte a pruebas de detección periódicas para evaluar tu estado de salud. Tanto la MASLD como la MASH son enfermedades tratables. "Más medicamentos están siendo aprobados por la FDA para el tratamiento específicamente del hígado graso”, enfatiza la Dra. Lizaola-Mayo.
Por ello es fundamental "tener conocimiento de esta enfermedad que es tan prevalente en nuestra población hispana, también tener acceso a una dieta saludable, a buenos médicos, a un buen tratamiento en el cual nos puedan ayudar a hacer esos cambios que al final del día van a a ayudar a cambiar el síndrome metabólico y a tratar la enfermedad del hígado graso".
Resumen
- La MASLD y la MASH pueden causar fibrosis, cirrosis o cáncer de hígado, y afectan especialmente a la comunidad hispana por factores genéticos, sociales y la alta prevalencia de obesidad y diabetes tipo 2.
- También se asocian con hipertensión, enfermedades cardiovasculares y daño renal.
- Un diagnóstico temprano y cambios en el estilo de vida pueden marcar la diferencia. Infórmate, adopta hábitos saludables y consulta a tu médico para prevenir y tratar estas enfermedades a tiempo.
Ver Fuentes
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FUENTES:
Blanca Lizaola-Mayo, doctora en medicina, profesora asociada en la División de Gastroenterología y Hepatología del Colegio de Medicina de la Clínica Mayo y directora médica del Centro de Hepatología de Trasplantes de la Clínica Mayo en Arizona.
Manual Merck: “Enfermedad hepática asociada con disfunción metabólica (MASLD)”.
TuSaludmag.com: “Four in 10 U.S. Adults Affected by MASLD [Cuatro de cada diez adultos en EE. UU. están afectados por la MASLD]".
VCUHealth: “More than 40% of U.S. adults have liver disease, with higher risk among Hispanics, new study finds [Más del 40 % de los adultos en EE. UU. tienen enfermedad hepática, con un mayor riesgo entre los hispanos, según un nuevo estudio]".
Cleveland Clinic: “Metabolic Dysfunction-Associated Steatotic Liver Disease (MASLD [Enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD)]".
Mayo Clinic: "Pediatric metabolic dysfunction-associated steatotic liver disease (MASLD), formerly known as nonalcoholic fatty liver disease (NAFLD) [Enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica pediátrica (MASLD), anteriormente conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD)]"; ”Expertos advierten sobre la enfermedad hepática silenciosa que crece entre hispanos y niños”.
BMJ Journals: “MASLD: a systemic metabolic disorder with cardiovascular and malignant complications [ La MASLD: un trastorno metabólico sistémico con complicaciones cardiovasculares y malignas]".
Asociación Nacional de Lípidos (NLA, por sus siglas en inglés): “Practical Pearls: Dyslipidemia Management in Metabolic Dysfunction-Associated Steatotic Liver Disease (MASLD) [Puntos prácticos: Manejo de la dislipidemia en la enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD]".
Sciencedirect: “Current status and future trends of the global burden of MASLD [Estado actual y tendencias futuras de la carga global de MASLD]".
National Library of Medicine: “Metabolic dysfunction-associated steatotic liver disease as a cardiovascular risk factor [La Enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica como un factor de riesgo cardiovascular]".
Tcoyd.org: “What to Know about MASLD and MASH: Two Liver Conditions that Can Affect People with Diabetes [Lo que hay que saber sobre la MASLD y la MASH: dos enfermedades hepáticas que pueden afectar a las personas con diabetes]".
American College of Gastroenterology: “Enfermedad hepática esteatótica asociada a disfunción metabólica (MASLD)".
Mayo Clinic: “Apnea del sueño".
American Liver Foundation: “Causas y factores de riesgo de la EHNA”; “Cirrosis del hígado".